Artistas e intelectuales peruanos redactan un manifiesto por la Fiesta

Un nutrido grupo de artistas, intelectuales y diversos representantes de la cultura peruana suscribieron en las últimas horas un manifiesto en defensa de las corridas de toros a la que definen como «una tradición profundamente arraigada en el Perú criollo, mestizo y andino».

«Las corridas de toros son un espectáculo de masas que no generan manifestaciones violentas, ni actos vandálicos, agresivos o de fuerza dentro o fuera de las plazas de toros», se explica en el comunicado en el que, además, se insiste en que se alinean en la postura contraria a este tipo de actos, pues «representan un elemento central de las fiestas patronales que, a su vez, operan como mecanismos integradores y de cohesión social y cultural».

El manifiesto tiene entre sus más de cuarenta firmantes al Premio Nobel de Literatura 2010, Mario Vargas Llosa, y al también escritor Alfredo Bryce Echenique. Del mismo modo, han rubricado su compromiso con esta iniciativa el jurista Diego García Sayán, presidente de la Corte Interamericana de Derechos Humanos, el cineasta Francisco Lombardi y el periodista Francisco Miró Quesada Rada.

El comunicado surge como respuesta a los movimientos antitaurinos, con mayor protagonismo en Perú durante los últimos meses. «Las corridas de toros no fomentan una cultura de violencia entre los jóvenes, como se pretende afirmar» desde estos sectores, sino que predica «más bien, valores y capacidades humanas como la valentía, el heroísmo o la superación ante las adversidades».

Por este motivo, el manifiesto pide «que se respete la libertad y el derecho de todos a asistir o no a las corridas de toros y de inculcar a sus hijos la cultura taurina», tal y como ellos respetan «a quienes no disfrutan de la fiesta brava y cuya sensibilidad no les permite apreciarla». «No aceptamos la intolerancia de quines propugnan su prohibición», se añade.

«Es deber del Estado promover y difundir el Arte y la Cultura, y no, como pretenden ciertos sectores intolerantes, proscribirla con argumentos falaces», concluye la declaración firmada.