Marruecos llama «racista» a la Policía española

MELILLA- Las quejas de Marruecos sobre supuestos conflictos registrados en la frontera de Melilla con Marruecos no cesan. En un mes, cinco. Y todas tienen como núcleo a las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado. Las dos últimas se registraron ayer mismo, y en ellas se denunciaban el «peligroso giro racista» en puesto fronterizo de Melilla. Un paso más en los ataques procedentes del Reino alauí. El Ministerio Exteriores marroquí señaló que «después de los tres recientes casos de violencia física cometidos por miembros de la Policía española contra ciudadanos marroquíes» en el paso de Melilla, se han registrado dos episodios de «recurso a la fuerza e interrogatorios brutales» contra sus nacionales. El primero de esos incidentes, según el comunicado, tuvo lugar en la noche del cuatro al cinco de agosto, mientras que el último se produjo en la mañana de ayer.Las autoridades marroquíes condenaron que un policía español supuestamente no respetó la línea de demarcación del puesto de Beni Enzar para perseguir a un ciudadano identificado como Ibrahim Abana, y apuntaron que cuando un agente marroquí intentó interponerse, otros tres españoles ayudaron a su compañero y «agredieron a la víctima con sus porras». Asimismo, indicaron que Mohamed Hamdaui, residente en Nador, fue agredido en la mañana de ayer por un agente español que –según la nota– le golpeó con su porra y le pisoteó, causándole «una fractura en el brazo y moratones en el cuerpo».

Las quejas que llegan al Palacio de Santa Cruz, sede del ministerio que dirige Miguel Ángel Moratinos, también proceden de la Policía española. Y es que, en el último mes y medio, cuatro mujeres policías fueron víctimas de agresiones físicas y verbales por parte de los ciudadanos marroquíes, según denunció el Sindicato Unificado de Policía, el cual pidió que el titular de Exteriores tomase cartas en un asunto que supone un «evidente desprecio hacia la labor policial» que mantienen los ciudadanos marroquíes hacia las mujeres policía. Los días 18 y 19 de junio, 16 de julio y el 2 de agosto fueron cuando cuatro mujeres policías sufrieron «maltrato y agresiones por razón de sexo» por parte de ciudadanos marroquíes.

La penúltima... cargarnos el drama inmigrante
Marruecos no pierde ocasión para poner palos en las ruedas de las relaciones con España. La penúltima, la acusación de que la Guardia Civil abandonó a ocho subsaharianos frente a las costas marroquíes en un estado «crítico de salud». Moratinos tardó apenas horas en anunciar que se investigarían los hechos. Es sólo una de las cinco quejas oficiales que, en menos de un mes, formulan las autoridades marroquíes por el trato policial en la frontera.
Pero haría bien Marruecos en hacer un «examen de conciencia» sobre su comportamiento con los inmigrantes, puesto que las denuncias al respecto no quedan atrás. Baste recordar cómo en 2007 el Comité contra la Tortura de la ONU admitió una denuncia de la Comisión Española de Ayuda al Refugiado contra Marruecos por, presuntamente, torturar y deportar, en 2006, a 42 subsaharianos reconocidos como refugiados.