Giro de Italia

Londres

Bajo el síndrome de Freire

Bajo el síndrome de Freire
Bajo el síndrome de Freirelarazon

Londres- Aseguran los ingleses, no sin razón, que en St. James's Park aparecerá Mark Cavendish en una silla de oro, impulsado por gregarios excepcionales, corredores que han brillado en el Tour y llegan en la forma ideal a la «competencia». También dicen que han extendido una alfombra roja para recibir a «Cav» triunfador, a quien han coronado de laurel antes de la partida. Para definir el estado de ánimo británico con sus ciclistas y con su líder, podríamos hablar del prólogo del España-Japón: ¿quién dudaba del triunfo de «La Rojita»? Ganaron los nipones y su victoria se antojó corta, dadas las prestaciones de ambos.

El sentimiento de euforia que ha despertado Cavendish es, sin embargo, universal; aunque los alemanes sueñen con el oro de Greipel, los australianos con Goos en lo más alto del podio y los eslovacos, más realistas porque su estandarte carece de apoyos, con Sagan brazos en cruz al cruzar la meta. ¿Y los españoles? Bien, gracias. Por partes, el circuito es ideal para los velocistas, idóneo para Cavendish, protegido por un cuarteto sin igual: Wiggins, Froome, Millar y el menos conocido de todos: Stannard, campeón británico de ruta. Son 250 kilómetros de trayecto suave, porque encontrar una cuesta en Londres es más difícil que bajar la prima de riesgo en España. Hay que dar nueve vueltas a un circuito de 15 kilómetros para desembocar, tras la última pendiente, en lo más parecido a una recta con los últimos 300 metros de alfombra roja.

El recorrido es para que Óscar Freire se hubiera partido la cara con Cavendish, Greipel, Goos y Sagan; pero no está y la baza española es Luis León Sánchez, víctima en el Tour de la voracidad de Bradley Wiggins y su Sky, aunque se salió con la suya, como Alejandro Valverde. Uno u otro –también Ángel Vicioso– podrían dar la sorpresa si la carrera llegara rota y los purasangre se quedaran cortados. Italianos y españoles van a tratar de romper, Jonathan Castroviejo y José Joaquín Rojas trabajarán al principio e intentarán filtrarse en escapadas. Pero tanto a italianos como a españoles les vendría bien una alianza con los belgas, confiados en la capacidad de Tom Boonen y Philippe Gilbert.

Si por un casual, por esas cosas que tiene la vida, a «Cav» le tiraran de la silla (de oro) antes de tiempo, los aspirantes necesitarían más de dos minutos de ventaja para poder vislumbrar los metales. Caso contrario, sprint y a felicitar al ganador.