Munich
El Ratzinger más cercano
LA RAZÓN entrega este viernes gratis a sus lectores el documental que reconstruye la vida de Benedicto XVI
Madrid- «Annuntio vobis magnum gaudium»... la voz del cardenal camarlengo, el riojano Eduardo Martínez Somalo, presentó al cardenal Joseph Ratzinger como nuevo Papa el 19 de abril de 2005, fruto de la cuarta votación entre los 115 cardenales. «¡Somos Papa!», titulaban los tabloides alemanes asombrados. El documentalista Claus Singer quiso acercar a su paisano al público alemán y europeo, y lo consiguió ese mismo año utilizando mucho material de un par de años anteriores, grabaciones en las que Ratzinger hablaba con sencillez a los periodistas alemanes, cuando aún era un sencillo sacerdote que sin guardias ni fama cruzaba cada mañana, con boina y maletín, la Plaza de San Pedro. Por eso el documental de Singer es apasionantemente cercano al hombre que ocupa la Cátedra de Pedro.
La película, de 50 minutos, recoge sus orígenes familiares. «Nuestro padre era muy racional, y de él aprendimos una fe racional y profunda», recuerda el cardenal Ratzinger. «Nuestra madre era poética y cariñosa, lo percibía todo con la intuición de su corazón». De esta mezcla salió el teólogo riguroso que toca a Mozart en el piano. Su lema en el escudo episcopal era claro: «Cooperadores de la verdad». Y también sus palabras en la toma de posesión: «Una Baviera que pierde la fe perderá su alma y la restauración de monumentos no podría ocultar ese hecho. No puedo evitar preguntarme si nuestra ciudad y diócesis seguirán guiadas por la fe el día en que emprenda mi último viaje».
Cuando Juan Pablo II fue nombrado Papa, enseguida quiso que Ratzinger fuese el orientador de la educación católica a nivel mundial, pero el alemán llevaba poco tiempo como obispo y le parecía mal dejar a sus diocesanos. Lo explica con candidez en el vídeo. «Le puse a Juan Pablo II una condición imposible, que no podía ir a Roma porque como había sido profesor quería seguir escribiendo libros. Pero él se lo pensó y dijo: hay antecedentes, no habrá problema». Y así acabó como Prefecto de Doctrina de la Fe. Nadie tuvo tanto acceso como él al Papa polaco. «Tenemos una audiencia semanal, en alemán, con una relación cálida, hablamos de todo abiertamente», explica Ratzinger. Fue un equipo que funcionó 23 años. Su papel era preservar las doctrinas católicas, también las impopulares, aunque también tenía sus recompensas, como cuando alguien (a veces niños) le detenia por la Plaza de San Pedro y le decía «he leído algo que usted escribió y me ha ayudado». Su libro «Introducción al cristianismo» se tradujo a 17 idiomas ya antes de ser Papa.
Sonrisa pícara
Le vemos también rodeado de códices antiguos en los Archivos secretos de la antigua Inquisición, que abrió al público en 1981. «Venía aquí a menudo», comenta. «Me encantaría examinar estos libros con calma». Y con una sonrisa pícara responde a la acusación de «panzerkardinal»... «eso lo dice gente con cierta imagen de los alemanes», bromea. El documental, ágil y cercano, da en el clavo con la frase en la que Ratzinger define su visión: «Si la fe fuera algo regulado por unos ancianos de Roma, sería desdeñable. ¿Por qué hacer lo que ellos dicen? La próxima generación podría decidir lo contrario. Pero la fe tiene valor si viene de Dios, y por eso no puede ser regulada por un grupo. Somos solo fiducidiarios, que han de recordar lo que nos ha prescrito el Señor».
TRES FECHAS IMPRESCINDIBLES DEL SANTO PADRE
16-abril-1927
Joseph Alois Ratzinger nace en Marktl am Inn, Baviera, en la casa de sus padres. Fue bautizado ese mismo día.
29-junio-1951
Es ordenado sacerdote junto con su hermano Georgh en la catedral de Freising. El 24 de marzo de 1977, Ratzinger fue consagrado arzobispo de Múnich y Freising.
19-abril-2005
fue elegido como sucesor de Juan Pablo II en el segundo día del cónclave tras cuatro rondas de votaciones.
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