El sastre olvida que dijo que hundiría a Camps

VALENCIA- El sastre José Tomás volvió a poner en práctica el concepto de memoria selectiva. No recuerda haber hecho declaraciones en diferentes medios en los que puso en evidencia su enfrentamiento con el PP en general y con el ex presidente de la Generalitat, Francisco Camps, en particular. Su defensa, el letrado Javier Boix, leyó fragmentos de entrevistas en los que decía: «Mariano Rajoy y Camps morirán juntos»; «voy a hacer todo lo que pueda para acabar con el PP y con Camps» o que el expresidente terminaría como «una persona mentirosa». Tomás participó en programas como «La Noria», donde cobró.

Sin embargo, el sastre reprodujo sin problemas una conversación telefónica que aseguró haber tenido con el ex presidente en el que éste le dijo «échame una mano que aquí abajo no te va a faltar de nada». Boix apuntó que esta frase es poco creíble porque un valenciano nunca se referiría a Valencia como «aquí abajo».

 Tomás admitió que no sabría decir cuántos pantalones se llevó Camps, pero describió a la perfección las telas de unos trajes que Camps le pidió para la Fórmula 1. Por la insistencia de Boix, todo apunta a que demostrará que una vez más, que el sastre no está en lo cierto y que no lució las prendas que él dice.

Se desentendió de los pagos de Milano o de Forever Young. No sabe cómo se saldó una deuda de 30.000 euros en la que aparece el nombre de Camps junto al otro acusado en el caso, el ex secretario general del PPCV, Ricardo Costa, entre otros, porque estaba de vacaciones.
Tampoco explicó cómo es posible que no aparezcan más tiques a nombre de Camps ya que, si es cierto que el ex presidente «no pagaba nada», tendría que justificar ante Pablo Crespo o Álvaro Pérez cuáles eran los artículos que adquiría. «Camps no firmaba nada, no me lo pedían».
El interrogatorio fue tenso. El magistrado Juan Climent intervino varias veces para hacer callar al testigo y reconducir a la defensa. En total, el sastre ha estado declarando unas nueve horas.
En la sesión del lunes se incluyeronen la causa los cambios producidos en las seis declaraciones realizadas hasta el momento por el sastre. Hasta que no lo despiden de Forever Young no acusa a Camps de no abonar sus prendas. Tomás cobraba 6.000 euros al mes, tenía un contrato blindado por cinco años y fue despedido tras ser denunciado por elaborar facturas falsas. Boix le recordó que se ha demostrado que éstas existían, pero que no se ha podido probar que las confeccionara él.

Sobre Costa, Tomás admitió que llamó a su secretaria para darle las gracias por haber pagado unas prendas que estaban pendientes, «me lo pidió Álvaro Pérez», pero insiste en que él no recibió ningún dinero.

Climent saca a Camps de quicio
El ex presidente Camps no se pudo contener. Sabe que no debe hablar ni mostrar su aprobación o su desacuerdo con lo que dicen los testigos, pero ayer la decisiones del magistrado Climent fueron demasiado para él. Calificó de «impertinentes» la gran mayoría de las preguntas que las defensas quisieron hacerle a una decena de altos cargos o funcionarios de la Generalitat valenciana. Impidió la contestación de aquellas preguntas que versaban sobre si Camps o Costa influyeron para que se adjudicasen concursos públicos a Orange Market, empresa que supuestamente pagó sus trajes. Los letrados de Camps y Costa protestaron porque sus preguntas se basaban en el informe de la acusación popular. La tensión fue tal que Climent amenazó a Camps con expulsarle de la sala.