Aeronáutica

Un «hombre cohete» a 240 kilómetros por hora

El prototipo diseñado por un ingeniero de la NASA despierta las pasiones de medio mundo. Propulsado con energía eléctrica, su diseño destaca por sus cuatro alas posteriores 

Un «hombre cohete» a 240 kilómetros por hora
Un «hombre cohete» a 240 kilómetros por horalarazon

Su diseño lo hace parecer un cohete, se levanta del suelo y aterriza como un helicóptero y por la posición del piloto durante el vuelo se diría que se trata de un ala delta. Este ingenioso avión unipersonal, concebido como proyecto de fin de doctorado del americano Mark Moore, ingeniero aeroespacial de la NASA, despierta el deseo del hombre de volar, porque ¿quién se atreve a negar que no soñó con ello alguna vez?Ideado para satisfacer esta pasión por el vuelo, su particular diseño cuenta con una cola de cuatro patas que le serviría como tren de aterrizaje. Se levantaría del suelo y aterrizaría de manera vertical para luego girar y trasladarse hacia delante con el piloto prácticamente tumbado dentro. De Pequeñas dimensionesEstaría propulsado con energía eléctrica, lo que permitirían al Puffin alcanzar los 241 kilómetros por hora, aunque es más aconsejable, en palabras del inventor, navegar a velocidades más moderadas para mejorar la eficiencia de los motores y la autonomía del aparato, que podría llegar a los 80 km. Y puestos a volar, mejor disfrutar de las vistas. Basándose en el proyecto, si fuera construido, sería pequeño y muy ligero, tan sólo 136 kilogramos vacío, a los que habría que sumar otros 45 kg de la batería y otros 90 kg por el piloto o una eventual carga explosiva. Y con unas medidas perfectas para un solo pasajero: 3,7 metros de largo y 4,4 de ancho con las alas totalmente extendidas. Desde que salió la noticia, son miles las páginas web de todo el mundo que se han hecho eco de este concepto de avión. El vídeo de Youtube recibió en tan sólo una semana cerca de 650.000 visitas, algo que ha sorprendido a su diseñador, que bautizó su proyecto de fin de estudios «frailecillo» por el parecido del aparato con este tipo de pingüino. «Si alguna vez ha visto un frailecillo en el suelo, parece torpe, con esas alas demasiado pequeñas para volar. Eso es exactamente lo que nuestro vehículo parece», explica Moore.