El transporte público sube por tercera vez en un año

BARCELONA-La Autoridad del Transport Metropolità de Barcelona (ATM), un año más, no perdona la tradicional subida del precio del transporte público. Ni la situación de crisis económica, ni la repercusión del aumento del IVA el pasado 1 de julio –que supuso un incremento del 7 al 8 por ciento, en el caso del transporte público–, han evitado que moverse en autobús, metro o ferrocarril sea más caro a partir de 2011.
La T-10, el título más utilizado por los ciudadanos, que ahora vale 7,95 euros, pasará a costar 8,25 euros. La tarjeta más popular acumula una subida de 55 céntimos en lo que va de año, se ha encarecido un 3,77 por ciento, mientras que el IPC sólo lo ha hecho un 2,5 por ciento.
Junto a la T-10, la T50/30 y la T-Mes concentran el 97 por ciento de los desplazamientos. En el caso de la T50/30, el aumento es de 1,10 euros, pasará a costar 33,5 euros. Mientras que por la T-Mes de una zona se pagarán 51 euros, 1,70 más que ahora.
El billete sencillo de una zona costará 1,45 euros, cinco céntimos más y la T-Familiar 48,40, cuando ahora se paga 46,70 euros. La única «buena» noticia, entre comillas, es que entra en vigor un nuevo título para familias numerosas y monoparentales que permitirá hacer 70 viajes en 90 días y podrá ser utilizado por cualquier miembro de la familia.
Más aumentos. La T-Trimestre costará cinco euros más, en total, 140 euros, mientras que la T-Joven, que este año sirve hasta los 25 años, sube cuatro euros, hasta los 119 . Las críticas por la decisión de la ATM no se han hecho esperar. ICV que votó en contra del aumento de tarifas del transporte público para 2011, propuso por congelar los precios. Alegó que «en un contexto de crisis económica que ha impactado injustamente sobre muchas familias, la administración debería hacer un esfuerzo para renunciar a la actualización tarifaria anual».

El último «tarjetazo»
El presidente del grupo municipal de ICV en Barcelona, Ricard Gomà, denunció que los descuentos sobre los abonos son irrisorios. El descuento de la T50/30 y de la T-Jove no llega al 10 por ciento. Eso explica por qué tienen poca salida. Mientras que en Madrid, Bruselas y Berlín seis de cada diez ciudadanos optan por un abono temporal, en Barcelona sólo dos de cada diez elige este tipo de billete. ICV propone descuentos más generosos en los abonos.
Desde el PP, Alberto Fernández tachó de «tarjetazo» la subida de precios. El PP también propone congelar el aumento «abusivo» de las tarifas para compensar la subida del IVA. Y desde CiU, Xavier Trias denunció que el incremento de las tarifas por encima del IPC responde a una mala gestión del tripartito y tachó de «demagogo» a Gomà por sus críticas.