Cataluña
Mas repescará para su Govern a los protagonistas del «tardopujolismo»
El nuevo president tendrá a su lado a Germà Gordó y Francesc Homs, dos de sus dirigentes de máxima confianza.
BARCELONA- Artur Mas prometió incansablemente durante la campaña que si ganaba las elecciones haría un Govern con «los mejores». Pues bien, muchos de ellos son viejos conocidos. Son dirigentes que ya inspiraron la confianza de Jordi Pujol en el último gobierno que dirigió entre 1999 y 2003. Siete años después, al menos cuatro de ellos (Andreu Mas-Colell, Felip Puig, Josep Maria Pelegrí e Irene Rigau) regresarán a la Generalitat de la mano de Mas, que en las últimas horas ha diseñado y comunicado la práctica totalidad de su Consell Executiu.
El nombramiento más sobresaliente, sin duda, es el de Mas-Colell, como conseller de Economía. No tiene carnet de Convergència, pero los nacionalistas lo consideran uno de los suyos, como ya demuestra el hecho de haber ocupado la cartera de Universidades con Pujol entre 2000 y 2003. El prestigio y reconocimiento de este economista que ha impartado clases en Haravard y en Berkeley es indiscutible. Ahora, tiene la hercúlea misión de facilitar la recuperación de la economía en un contexto donde prácticamente el 17 por ciento de la población activa de Cataluña está desempleada. Mas-Colell es uno de los «tres o cuatro» independientes que tendrán cartera en un Govern con once conselleries.
Puig, al frente de los Mossos
Quien también regresa después de incesantes rumores sobre su retirada política es Felip Puig. En los últimos años, Puig se ha dedicado en cuerpo y alma al partido como secretario general adjunto, es decir, como número dos. Con Pujol fue titular de Medio Ambiente (1999-2001) y luego de Política Territoria y Obras Públicas (2001-2003). Dos años en esta última responsabilidad bastaron para que su gestión levantara polémica, aunque él siempre ha negado irregularidades.
Puig es uno de esos políticos con fama de «duro», un perfil muy adecuado para dirigir el departamento de Interior, que, con el último tripartito, fue motivo de las más agresivas críticas de la oposición por la complicidad de Joan Saura con los antisistema. CiU aspira, entre otras cosas, a que Barcelona deje de ser la capital de estos colectivos que han protagonizado un sinfín de actos vandálicos en los últimos tiempos.
Otra que vuelve es Irene Rigau, posiblemente el nombramiento más cantado de todos los que ha comunicado Mas. Rigau ha sido la voz de CiU en Educación durante los últimos años y merece la consideración de sus correligionarios porque no sólo conoce su materia, sino que sabe comunicarse. La lista de ex consellers de Pujols que recuperan cartera la completa Josep Maria Pelegrí, de Unió Democràtica, como titular de Agricultura.
De las caras nuevas destaca una que estaba en todas las quinielas, la de Lluís Recoder, que asumirá Obras Públicas y Política Territorial. Recoder es un dirigente que ha cobrado peso en Convergència gracias a sus mayorías absolutas en Sant Cugat.
Otro nuevo rostro en el Govern es de la democristiana Joana Ortega, que será la responsable de Gobernación y Relaciones Institucionales. Es decir, que tendrá protagonismo tanto en la interlocución con los ayuntamientos como con las Cortes en el desarrollo del Estatut.
¿Y qué hay del famoso «pinyol» de Mas? Pues de su círculo de confianza, dos dirigentes se incorporarán al Govern pero no como consellers. Francesc Homs, el negociador de CiU del Estatut en el Parlament, ocupará la influyente plaza de secretario general de la Presidencia y Germà Gordó será el secretario de Govern.
Estos serán quienes conduzcan el barco de la Generalitat al menos hasta 2012, cuando se celebren elecciones generales. Para entonces, Mas espera que no imponga el PP con mayoría absoluta. «Dios no lo quiera, porque no sería bueno para Cataluña», manifestó ayer el presidente electo, que el lunes tomará posesión del cargo.
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