La banda reactiva su red de «zulos» para esconder armas y explosivos

ETA tuvo que abandonar el domingo, de forma precipitado, un «zulo» en el que escondía armas y explosivos y que era de reciente construcción. Unos cazadores sorprendieron a dos pistoleros, cuando metían o sacaban cosas de uno de los tres bidones, de cien litros cada uno, que componían el almacén clandestino, según han informado a LA RAZÓN fuentes antiterroristas.

El «zulo» estaba en un paraje montañoso de Uzes, a unos 25 kilómetros al norte de Nimes.
Los cazadores caminaban por la zona cuando vieron a dos individuos, que, inmediatamente, emprendieron la huida.

 Al acercarse, comprobaron que en los bidones había armas y paquetes con diversas sustancias, por lo que avisaron a la Gendarmería que, a su vez alertó a la Subdirección Antiterrorista de París.

Los especialistas trabajaron a lo largo del día de ayer para tratar de localizar huellas y rastros de ADN y poder identificar así a los etarras que hayan pasado por el «zulo».

En un primer recuento, se han localizado treinta pistolas y revólveres, de los robados en la localidad francesa de Vauvert, en 2006, durante la anterior tregua, y diversas cantidades de productos con los que se fabrican explosivos.

Las citadas fuentes han subrayado el hecho de que el escondite hubiera sido construido hace poco, lo que demuestra que la banda mantiene su plena actividad en Francia.

El escondite formaba parte de la nueva infraestructura montada por la «logística militar» de ETA , destinada a nutrir a los «comandos» de armas y explosivos con los que cometer atentados en España. El hallazgo demostraría que los cabecillas de la banda han vuelto a las formas «tradicionales» de actuación, tras el fracaso de su intento de montar parte de su infraestructura «logística» en Portugal y Cataluña. En ambos casos, fueron las Fuerzas de Seguridad las que abortaron los planes de los terroristas, que pretendían cometer dos atentados con coche bomba durante la Presidencia española de la Unión Europea.

El más importante
El «zulo» descubierto el domingo representa la incautación más importante de armamento y material explosivo realizada a ETA en territorio francés en lo que va de año. Los últimos hallazgos habían tenido lugar el pasado 17 de abril en las localidades de Montcresson y Losse, donde se localizaron sendos escondites con un total de cinco kilos de explosivo, una pistola, una escopeta y material electrónico. El pasado año, la Policía francesa, con información aportada por la Policía española, se incautó de 67 armas de fuego y más de 1.700 kilos de explosivo gracias, sobre todo, al hallazgo de una veintena de «zulos» a lo largo del mes de agosto. La mayor parte de estos escondites estaban situados en el sureste de Francia, cerca de la costa mediterránea.