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Bolas calientes por Julián García Candau

La Razón
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Los sorteos de los torneos europeos obligan a los vaticinios. Sobre todo porque con anterioridad se han auscultado los deseos de los clubes españoles respecto de los adversarios más deseados. Cuando las bolas completan el panel se echan cuentas. Irremisiblemente, se cae en consideraciones de carácter general, aunque de vez en cuando haya que hacer salvedades. Para Madrid y Barça, bolas calientes.

Al Madrid le ha correspondido el CSKA de Moscú, club tradicionalmente en manos del ejército. Ahora, el fútbol ruso pertenece a nuevos ricos. Si Roman Abramovich prefirió jugarse los euros en Inglaterra con el Chelsea, otros magnates han preferido poner sus beneficios con el gas o el aluminio al servicio del fútbol de su país. Para no perder la costumbre, dado que el Madrid jugará en Moscú en febrero, habrá que recordar que su mayor adversario será el general invierno, problema que siempre se aduce a costa de los fracasos bélicos de Napoleón y Hitler. Por lo demás, eliminatoria ganada.

El Barça se enfrentará al Bayer Leverkusen y es tradicional recordar lo correosos que son los equipos alemanes y por ello tendrá que sufrir para seguir adelante, aunque la mayor preocupación es la lesión de Villa. Lo ocurrido debería obligar a una reflexión sobre cierta permisividad achacable a varios médicos y técnicos. Según se ha afirmado, el jugador padecía una fisura en la tibia, que le causaba dolor, y con ella ha jugado con la Selección y el Barça.

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