Portugal
Pepe: «Ha sido un acto involuntario»
Madrid- «Ha sido un acto involuntario. Pero aun así, si Messi se siente ofendido le pido disculpas porque lo que pretendo es defender a mi equipo y a mi institución. Me entrego en cuerpo y alma, jamás se me pasa por la cabeza hacer daño a un compañero de profesión», se disculpó Pepe a su manera en la web oficial del Real Madrid.
El Barcelona es el mejor equipo del mundo y el Real Madrid se siente inferior futbolística y psicológicamente. Y Pepe es el síntoma. La inferioridad que el Real Madrid y su entrenador asumen desde la alineación le obligan a salir de su sitio, a pelear en campo abierto. Y ahí se desquicia. La tensión de los enfrentamientos contra el Barcelona y la inseguridad de tener que actuar en un puesto que no domina le hacen recurrir a su aspecto más violento. Le sucedió ya el año pasado en la Liga de Campeones. No midió sus ganas en una entrada a Alves y se fue expulsado. La excusa perfecta para que el victimismo de Mourinho justificara la derrota.
El miércoles volvió a aparecer su peor versión. En el pisotón a Messi y en su simulación ante un presunto golpe de Cesc. También se lanzó en otra ocasión con los tacos por delante y la pierna levantada. No hubo víctimas y no pasó nada, pero la tormenta ya se había desatado dentro de su cabeza. «Pepe siempre juega limpio», le defendió Carvalho.
Carvalho y Mourinho defendieron a Pepe. Benzema también lo disculpa. «Pepe en el centro es bueno», dice. Pero reconoce que con ese sistema «los delanteros sufren más». Y las estadísticas lo demuestran. Higuaín apenas tocó siete balones. Demasiado pocos para ser el delantero centro del Real Madrid. No es que el argentino no estuviera acertado, es que no le dejaron existir. Tampoco a Benzema, que cuando pudo aparecer lo hizo bien. Dio el pase de gol a Cristiano y remató de cabeza al poste.
Con Pepe como mediocentro, el Madrid desplaza a su centro de actividad, Xabi Alonso, hacia el costado derecho. Su presencia en el juego es menor y en lugar de sentirse protegido se siente presionado. Pepe y Diarra ocupan su sitio, no le dejan maniobrar y, como el Madrid tiene menos la pelota, tampoco le liberan del trabajo defensivo. Después, Mourinho cargó contra algunos de los habituales sin dar nombres y se quejó del error en el córner que permitió el gol de Puyol. El encargado de frenar al capitán azulgrana era Pepe, elogiado sin embargo por su entrenador en la conferencia de prensa.
Tras la derrota, y sobre todo después del planteamiento de Mourinho, el portugués empieza a dejar de ser intocable. Mantiene el crédito intacto entre los dirigentes, pero no entre los aficionados. Y los jugadores reconocen ya que su entrenador no es infalible. «Nos adaptamos a su filosofía. A veces ha acertado y otras no, pero eso es el fútbol», reconocía Sergio Ramos tras el encuentro.
Mourinho recibió sus primeros pitos como entrenador madridista. Por un planteamiento como el del miércoles, Pellegrini hubiera sido despedido inmediatamente. Por menos, Gregorio Manzano se ganó el odio eterno del Calderón. A Mourinho no le bastó con alinear juntos a Altintop y Carvalho que apenas han jugado esta temporada sino que, como último remedio, recurrió a Granero.
«Miserable», dice «Bild»
El pisotón de Pepe y la inferioridad del Real Madrid fueron destacadas por la prensa internacional. En Alemania, el diario sensacionalista «Bild» calificó de «miserable» la acción del portugués. Más moderado, en Inglaterra «The Guardian» aseguraba que Pepe debía haber sido expulsado por su agresión. En Portugal, los medios destacaron que su compatriota había destacado «por las peores razones». El diario digital francés «Sport.fr» afirmó: «Por segunda vez en el espacio de un mes, el Real fue humillado en el terreno de juego por su enemigo». «Le Monde» destaca en sus páginas de deportes que el Real Madrid «no logra encontrar la llave para derrotar a los azulgrana».
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