Granada

Neiro: «Voy a dedicar mi vida a mis diosas»

Montes Neiro, el preso común más antiguo, sale de la cárcel tras 36 años de cautiverio

Neiro: «Voy a dedicar mi vida a mis diosas»
Neiro: «Voy a dedicar mi vida a mis diosas»larazon

GRANADA- Correr. Antes incluso de hablar, incluso antes de encenderse ese tan esperado pitillo con esencia a libertad, Miguel Montes Neiro salía a correr acompañado por sus dos hijas. Haciendo un alto en el camino para atender al despliegue mediático allí presente, entre soplo y calada aseguraba sentirse libre, «estoy flipando», decía el preso común más antiguo del país.

Montes Neiro cuenta con 27 condenas y 14 fugas a sus espaldas. No cometió nunca un delito de sangre, una cuestión que no le ha evitado pasar más de media vida entre rejas. Delitos relacionados con las drogas, allanamiento de morada, robos, falsificación de documento público o quebrantamiento de la condena, que aseguraba no le impedirá «recuperar una vida». El arrepentimiento «no sirve de nada» e insistía de nuevo en que ha cumplido una condena de veinte años por un delito que nunca cometió.

Tras conseguir tres indultos, por fin abandonaba, y prometía que para siempre, el centro penitenciario de Albolote en Granada. Allí le esperaba no sólo medio centenar de medios de comunicación; también lo hacían sus familiares y amigos.

Protagonista de una película
Aseguraba el ya ex reo que no volverá a delinquir y se centrará en lo más importante, sus hijas. O como él las llama, «sus diosas». Planea trasladarse a la provincia vecina, a Málaga, donde pueda dar clases en una escuela profesional de arte para completar su formación en lo que le ha distraído todos estos años en prisión, la cerámica, y tal vez, «por qué no», organizar exposiciones de su obra. «Soy ceramista autodidacta y quiero acentuar los conocimientos que tengo, de eso quiero vivir», aseguraba Miguel.

De eso y mucho más, porque lo cierto es que ha tenido tiempo suficiente para pensar en el futuro sacándole el máximo partido a su pasado. Ya se habla de un libro a manos del periodista Antonio Izquierdo, que relataría la historia de Miguel y que posteriormente se trasladaría a la gran pantalla. Una película que, según el propio protagonista, destacaría lo peor de su paso por la cárcel: perderse la vida de sus hijas. «Yo no soy un bicho. Cuando he estado raro ha sido cuando he estado ahí dentro», ha relatado en alusión a la prisión, a la que nunca ha logrado adaptarse: «La cárcel es muy negativa», dijo queriendo pasar página. Las últimas horas como preso las pasó «como un león», dando vueltas en la celda, y las primeras en libertad las disfrutaba compartiendo un buen arroz caldoso con su familia en un asador granadino acompañado de alguna que otra copa a modo de celebración. Tras pasar cuarenta días en huelga de hambre, sin duda lo agradeció. «Esto no va a ser una segunda oportunidad, va a ser la primera», y se espera que así sea, porque la libertad no consiste en hacer lo que se quiere, sino en hacer lo que se debe. Y Miguel Montes Neiro ha debido permanecer más de media vida entre rejas para poder ahora disfrutar precisamente de eso que siempre ha querido: su libertad.


Tres décadas entre rejas y 14 intentos de fuga
Deserción en la «mili»
Fue su primer encontronazo con la Justicia. Mientras realizaba el servicio militar. Miguel Montes Neiro fue condenado en 1976 por deserción tras ser acusado, por error, de perder un fusil
Vida entre rejas
A partir de entonces, había cometido delitos relacionados con drogas, allanamiento de morada, robos y falsificación de documento público.
De fuga en fuga
Con todo, su delito más recurrente han sido los intentos de fuga. Hasta 14, en 36 años.
Un paréntesis
El máximo tiempo que estuvo fugado fueron dos años, en Marruecos. Sin embargo, volvió a prisión. Antes de ingresar, se hizo esta foto con un coche «moderno».
De comunión
Siempre aprovechaba las fugas para reencontrarse con sus familiares y seres queridos. En esta ocasión, no quiso perderse la comunión de su sobrina.
Su última huida
La última huida de Miguel tuvo lugar en 2009. Por aquel entonces logró permanecer un mes fugado. Aprovechó para reencontrarse con su hija, con la que hizo su primera barbacoa.