Intervención ya por Lucas Haurie

La expresión «estar en misa y repicando» se ajustaría a la postura de Izquierda Unida en la política andaluza de hogaño si estos comunistas tan antiguos no estuviesen aún instalados en el más rancio anticlericalismo. En las Cinco Llagas, por obra y desgracia de la aritmética electoral, la coalición vive su particular minuto de gloria con un pie en el gobierno de Griñán, un burgués sin otro ideario que el reparto incontrolado de dinero, y el otro en el ejercicio de una ruidosa oposición callejera mediante el trabucaire Sánchez Gordillo. O sea, una cosa y la contraria, todo a la vez. El votante de IU, perplejo, aún ignora si su papeleta ha servido para enchufar a unos centenares de camaradas en las consejerías que arañe Valderas o para avanzar en la sovietización que propugna el alcalde de Marinaleda. Ambas opciones, eso sí, incluyen al apartamiento de Javier Arenas del poder y la insumisión suicida a la obligación de contener el gasto público. Total, que de la bancarrota sólo nos salvará Angela Merkel por la persona interpuesta de Cristó-bal Montoro, diputado por Sevilla antes que ministro y circuns-pecto compareciente en el balcón de la calle San Fernando la noche del 25-M. Que vaya preparando los pape-les para la interven-ción.