Botella se acerca al Madrid multicultural

MADRID- En su toma de posesión, Ana Botella se comprometió a ser una alcaldesa cercana a los madrileños y ayer dio buena muestra de esta nueva forma de hacer política que quiere implantar en el consistorio de la capital. La regidora visitó el Mercado de Maravillas de Tetuán «para escuchar los problemas y las preocupaciones de los vecinos» del barrio. Acompañada por la concejala de este distrito, Paloma García Romero, recorrió durante más de una hora este mercado situado en la calle de Bravo Murillo, un lugar que, según Botella, representa muy bien la esencia de Madrid por «ser muy multicul-tural».

Halagos y demandas
A lo largo de su paseo por los puestos, numerosos ciudadanos se acercaron para expresarle su apoyo y darle la enhorabuena por su reciente investidura. Ella agradeció «las muchas cosas cariñosas» que escuchó de la gente y de forma especial la conversación que mantuvo con una señora que le contó «su vida en cinco minutos y cómo ha vivido toda su vida sola, desde que era pequeña». También hubo tiempo para las demandas y las quejas. Le reclamaron que «baje el precio de las cosas», le preguntaron el porqué de la tasa de basura y le instaron a mejorar el problema de la contaminación de la ciudad, ante lo que la alcaldesa recordó que el Ayuntameinto aprobará próximamente un Plan de Calidad del Aire que ayudará a atajar estas circunstancias. Otra vecina tiró de ironía para explicarle a la nueva regidora los problemas por los que atraviesa cada final de mes por la acumulación de impuestos: «Todas las tasas que tengo que pagar se han llevado la paga del 18 de julio, la de Navidad y media mensualidad».

Entre decenas de fotografías con los teléfonos móviles de los vecinos y los autógrafos que firmó a numerosos niños transcurrió el resto de una visita que Ana Botella aprovechó para hacer la compra. En total se gastó más de 70 euros. Compró, entre otras cosas, un besugo entero, un repollo, kilo y medio de alcachofas, plátanos machos, una barra de pan, una bolsa de magdalenas caseras, tallarines ecológicos, una botella de vinagre balsámico y otra de salsa de soja. Para que pueda cocina todo lo comprado, los responsables del mercado la obsequiaron con un delantal, además de una tarjeta de cliente y un ramo de flores.