El botón de Pepe por Julián Redondo

Antes del mus, comida en La Taberna de la Villa, reducto madridista donde los atléticos no se sienten extraños, ni siquiera algún verso suelto del Barça. A las puertas del España-Portugal, la política pierde foco; de hecho, se ignora. El fútbol es el rey y detecto, antes del primer envite a grande, que la Selección no engancha. Todo son pegas. «Croacia nos pudo echar por el penalti de Busquets y el de Ramos»... Lo de Sergio fue juego peligroso –opino– y el codazo a Piqué, penalti y expulsión, ni se menciona. «Italia casi nos gana»... La de Prandelli es otra Italia y pudo perder, ¿o no? Mutis. «La Selección que juega es Portugal; ¡menudo ‘‘repaso'' dio a los holandeses, subcampeones del mundo!»... Que se han ido a casa sin mojar, y los portugueses, que perdieron 1-0 con Alemania, ganaron los otros partidos por un gol de diferencia... «Es que España aburre a las ovejas»... ¿Porque lo dicen los italianos? Espero que hoy lean a Benito Floro en LA RAZÓN, aunque no creo que les convenza. Como dice Del Bosque, es posible que entre la parroquia futbolística se haya instalado una idea cerril que desprecia todo lo que no sea firmar una goleada. «¿Cómo se puede ganar 1-0?», protestan. Inaudito. Pero, en fin, hoy lo que toca es sobar a Portugal, y resultaría más sencillo si Arbeloa, Ramos, Casillas y Xabi descubren al equipo qué botón hay que tocar en la fibra de Pepe para que pierda la cabeza en «plan Casquero»; o qué trapisonda sería necesario organizar para desesperar a Cristiano. Del Bosque afirma que no es preciso. Luis no dejaría pasar la oportunidad.