Cataluña
La insumisión a la ley antitabaco viaja de Marbella a Cataluña
El propietario del local defiende que desde que permite fumar ha recuperado la clientela que había perdido.
BARCELONA- La cafetería Viena de Mollerussa (Lleida) es el primer establecimiento de Cataluña que se ha rebelado contra la Ley Antitabaco. Su dueño, Jesús León, se ha sumado a la iniciativa que el pasado 2 de enero tomó el propietario del Asador de Guadalmina, en Marbella, de declararse insumiso a la Ley Antitabaco. El pionero marbellí ya se enfrenta a una multa de entre 10.000 y 600.000 euros.
Pero a León no le intimidan las sanciones, por ahora. Alega que su bar es un negocio particular y aunque «es verdad que está abierto al público, yo soy el propietario y tengo mis derechos». Según informó el diario «Segre», la cafetería de Mollerussa hace un par de días que colgó un cartel donde se lee: «Ante la inminente entrada en vigor de la Ley Antitabaco, como negocio privado no la aplicaré haciendo uso de lo que entiendo como mis derechos».
Pérdida de ingresos
León asegura que desde que colgó el cartel su local se ha llenado «como hacía días que no pasaba». El propietario del primer estableciemiento insumiso de Cataluña hace dos años que regenta el negocio. Explica que en verano hizo unas reformas, «he hecho un gran esfuerzo y no quiero que sea para nada», añade. León considera la ley «injusta» y anima al sector hotelero a sumarse a la insumisión.
La Ley Antitabaco se ha dejado notar en la recaudación de la cafetería Mollerussa desde que entró en vigor, el pasado 2 de enero. Su propietario denuncia que antes de que se prohibiera fumar, «los clientes podían hacer dos o tres consumiciones, pero, ahora, sin tabaco, la mayoría hace una y gracias porque todo el mundo tiene prisa por salir a la calle a fumar».
Al cierre de esta edición, León no había recibido todavía la visita de ningún inspector. Hasta el momento, sólo la Guardia Urbana ha dejado constancia de la infracción de la Ley.
Quienes sí han recibido la visita de un inspector son el asador marbellí y el bar Rodrigo de Valencia. Ambos se enfrentan a una sanción muy grave que va de los 10.000 a los 600.000 euros. En el caso del estableciemiento valenciano, el inspector multó además a dos clientes. Las multas por fumar van de los 30 a los 600 euros. Las infracciones graves a los establecimientos de los 600 a los 10.000.
Más económica es la solución que han tomado en Reus, donde han abierto el primer club de fumadores de Cataluña. En Barcelona, barrios como el de Gràcia ven resucitar el «botellón».
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