España
Maalouf: «El mundo árabe está entrando en declive»
El escritor y periodista libanés afincado en Francia, Amin Maalouf, Premio Príncipe de Asturias de las Letras 2010, considera que episodios como La Reconquista o las Cruzadas fueron marcando el inicio del enfrentamiento entre dos mundos, el occidental y el árabe, pero, matizó, no los percibe como la causa origen de los problemas del segundo de ellos.
Maalouf ha ofrecido una rueda de prensa en el hotel La Reconquista, en la que fue interpelado por diversos temas relativos a su obra y a la actualidad internacional. En su ensayo 'Las cruzadas vistas por los árabes', relacionaba los problemas del mundo árabe con el efecto de las invasiones cristianas a Jerusalén en la Edad Media. Preguntado por si hoy en día mantenía esta visión, Maalouf señaló que "hay muchas razones que explican los problemas del mundo árabe y es muy difícil revelar sus causas".
"Los cruzados occidentales tenían una especie de pulsión, de brote de energía, eran una nación joven que quería conquistar el mundo. El mundo árabe, en ese momento, está entrando en declive", añadió. A su juicio, "se da un conflicto entre dos mundos, que empezó con las cruzadas y con la Reconquista, y a partir del siglo XV empieza el periodo de decadencia del mundo árabe". A su juicio, tanto las cruzadas como la Reconquista, o la expulsión de los árabes de Sicilia, fueron momentos en los que "cristalizó el enfrentamiento, pero no la causa del problema".
Tras destacar en su día su confianza en Obama, hoy comentó que esta confianza "está suspendida". "Estoy convencido", señaló, "de que es alguien honesto e íntegro, pero no estoy tan convencido de su determinación". "Tengo un principio de decepción, me gustaría que cambiase más cosas de la política norteamericana, aunque un año y medio es muy poco tiempo todavía", comentó.
Para Maalouf, "ha habido un paréntesis en la política expansiva, y América es más cortés y más civilizada, pero no ha habido un cambio de estrategia profundo, espero que el tiempo me quite la razón". En su opinión, "EE.UU es el país más potente, más culto, donde más se investiga; vivimos en una civilización muy norteamericana". Pero, sin embargo, incide en que "existe la tentación de usar la fuerza, de que el mundo está bajo su influencia y de que pueden hacer lo que quieran y eso es un riesgo".
Dedicó parte de su intervención a apoyar la convivencia y la coexistencia entre culturas, porque "no nos queda otro remedio, tenemos que vivir juntos". "Tenemos religiones, lenguas y creencias diferentes", señaló. Recordó que la canciller alemana, Angela Merkel decía recientemente que en Alemania fracasó la convivencia, "pero creo que no es el único país en el que fracasó". "Debemos vivir juntos y reflexionar sobre la manera de cómo hemos de vivir juntos, si queremos preservar una convivencia armónica", apoyó.
Se mostró preocupado por el "tiempo de manifestaciones de xenofobia, de tensión y de afirmaciones identitarias exageradas"en el que entiende que vivimos, por lo que "es necesario instalar en los espíritus la cultura de la coexistencia armoniosa".
En este sentido, señaló las diferencias entre el concepto de emigración en América Latina y en Europa. "No se puede comparar", porque, desde su perspectiva, "en Latinoamérica los países basan su desarrollo en la migración, pero Europa no se construyó sobre este fundamento". Así, en "América Latina la gente viaja a otros países, y al cabo de una o dos generaciones se integran, son norteamericanos, o mexicanos o argentinos, pero en Europa no, en Europa hay un debate permanente". "Yo pertenezco a dos mundos que desconfían el uno del otro; hay momentos en los que creo que se avanza, pero al cabo de diez años veo que seguimos en el mismo sitio", lamenta.
Planteó precisamente la integración de los emigrantes y la crisis económica como dos de los aspectos que están motivando el "malestar general"en Francia, causa de la actual situación de conflicto. Entiende que en este país se da una atmósfera "similar a mayo del 68", generada, entre otras cosas, por un "malestar de identidad".
Maalouf desconfía de la "virtud pedagógica de las crisis". "Hubo crisis de las que se aprendió, pero hubo otras que llevaron a lo peor", comentó. De la presente crisis económica, cree que "hasta ahora no se han sacado lecciones apropiadas", y realizó una pregunta retórica sobre si hasta el momento se había reflexionado sobre aspectos como la "moralidad financiera". "No se ha sacado ninguna lección, y si se han sacado, han sido negativas", concluyó.
Al principio de su disertación, tuvo palabras de satisfacción por el premio Nobel de Literatura al escritor Mario Vargas Llosa, porque "refleja una voluntad de marcar el interés a favor de cierta literatura (la latinoamericana)", tanto en este caso como en el del premio a Gabriel García Márquez.
Por último, se sintió complacido de estar en España y en Asturias. Este país, según sus propios palabras "siempre ocupó un lugar importante en mi vida". "En mi primera novela, 'León el africano', el protagonista es una persona nacida en España en el Siglo XV, y no lo es por casualidad", recordó. Así, entiende que "la historia de España alberga hechos de gran valor simbólico para la historia universal".
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