Castilla-La Mancha

El dinero se refugia en Alemania por Enrique Quemada Clariana

La Razón
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La petición formal por parte del Gobierno valenciano para adherirse al mecanismo de liquidez autonómica y los rumores de que también lo pedirán Cataluña, Murcia y Castilla-La Mancha hacen temer a los inversores que tal vez España no sea capaz de pagar sus deudas. Este temor aumenta cuando algunos presidentes autonómicos lanzan el mensaje de que ellos no van a cumplir sus objetivos de déficit. Quizás esto sea así porque alguno está deseando que nos rescaten para que caiga el Gobierno de la nación. Como consecuencia, la prima de riesgo sigue subiendo y ha tocado los 640 puntos sobre el bono alemán. Con esta prima estamos pagando un interés del 7,5 por ciento en nuestros bonos a diez años. A causa del elevado interés exigido, el próximo año España pagará tan sólo en intereses 38.000 millones de euros (casi 10.000 millones más que en 2012).

El Estado español acumula casi 800.000 millones de euros en deuda y destina el 60% del presupuesto del Estado tan solo al pago de subsidios de desempleo, las pensiones y la deuda, por lo que tiene grandes dificultades para reducir el déficit. A raíz de ello, los inversores temen que la situación acabe en una quita sobre nuestra deuda, como sucedió con Grecia. El temor se ha acentuado con el anuncio del Gobierno de que el próximo año nuestro PIB volverá a descender, otro 0,5 por ciento.

Abandonada España por los inversores extranjeros y con el presidente del BCE, Mario Draghi, negándose a comprar nuestra deuda, el dinero se refugia en Alemania en búsqueda de seguridad. Alemania dirige el 42 por ciento de sus exportaciones a Europa y sus empresas compiten con las nuestras. Si el Estado español se financia al 7,5 por ciento, las empresas lo tienen que hacer a un tipo muy superior. Esto resulta demoledor para la competitividad de nuestras empresas en una economía globalizada pues ¿cómo va a competir una empresa española que se financia al 10% con una alemana que lo hace al 1,5 por ciento? La alemana, sólo por eso, tiene una tremenda ventaja competitiva.

En esta situación a las empresas españolas les resulta complicadísimo competir. Sólo una devaluación nos puede ayudar a recuperar competitividad, igual que a Italia, Portugal, Grecia o Irlanda. Si los alemanes quieren evitar la ruptura del euro, no les va a quedar más remedio que permitir un helicóptero monetario que genere inflación para, de esta manera, ayudar a los demás países a recuperar competitividad.

Enrique Quemada Clariana
Consejero delegado del banco de inversión ONEtoONE Capital Partners