Sevilla

OPINIÓN: Debate sin fax

La Razón
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El primero de los propósitos de Juan Espadas para el nuevo año era enfrentarse a Juan Ignacio Zoido en la arena televisiva. Con sólo 18 días transcurridos de este 2011, ya ha cumplido parcialmente lo que se ha convertido en su obsesión. Pero el escenario no es el soñado: junto a ellos se sentará Antonio Rodrigo Torrijos, primer teniente de alcalde e incómodo compañero de viaje socialista. Porque, como sabrán, sin él Monteseirín no hubiera batido el récord de permanencia en el sillón más codiciado de la Plaza Nueva, pero sus formas repelen al votante del PSOE. Espadas no quería a Torrijos sentado a su lado por dos motivos: los golpes en las contiendas a tres bandas no son tan efectivos y por la antipatía mutua que se profesa con el candidato del PP, que puede volverse en su contra hasta hacerle entre ambos el vacío. Ahora tiene uno más: el de IU dispara a dar en territorio socialista. La expectación será menor que en el combate estelar de 2007, en el que el aspirante Zoido dejó KO con un fax directo a la mandíbula al defensor del título. El 15 de febrero la dialéctica «de altura» dejará las propuestas bajo la mesa. Saldrán a relucir Mercasevilla y las mariscadas. Y antes de que las calabazas dejen de ser carrozas, Espadas se verá arrinconado sin un escándalo que lanzar a la cara de sus oponentes –por ausencia de ellos y precaución post-electoral–. Será un aperitivo. Giralda reserva el plato fuerte para el mes de las flores.