Teatro

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La cultura como valor por Cecilia García

La Razón
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Vivir en Madrid, a pesar de los desvelos que a veces procura, es un festival para la vista, el oído y el gusto, el buen gusto, preciso. La oferta cultural es abrumadora bien sea en teatro, cine, música... Y los madrileños lo saben y lo aprecian. Sólo hay que ver cómo colonizan las principales arterias de la ciudad en la Noche en Blanco, un acontecimiento cultural de primer orden. Y es que Madrid nunca cierra, ni siquiera por vacaciones, sean las de verano, Navidad o Semana Santa.

Además de la oferta privada, se me antoja imprescindible que haya una gestión pública de la cultura y de los espacios culturales. El teatro Español, el Fernán Gómez, el Matadero, el Price, escenarios con solera o recién estrenados, tanto da, son un ramillete de posibilidades que también, ¿por qué no?, provocan serios agobios para muchos madrileños, conscientes de que es difícil abarcar todo y siempre.

Me gusta vivir en una ciudad que valora la cultura, que la intenta potenciar a pesar de los vaivenes económicos que en estos momentos nos tienen tan sobresaltados. Pero, insisto, es vital una buena y racional gestión cultural, algo que los políticos tienen en cuenta. Puede que en ocasiones no guste determinado evento, que la iluminación navideña nos haga daño a la vista, que un montaje teatral deje que desear... Sin embargo, prefiero una mala obra de teatro o un concierto desafinado a la ausencia de éstos. Pocas cosas me espantan más que pasar mis días en un erial cultural, con un pensamiento único e inequívoco. Quiero dudar, aprender, desaprender, emocionarme... Quiero cultura y, como yo, muchos. Los poderes públicos lo saben y toman nota.