Elecciones autonómicas
Fracaso del constitucionalismo por Carmen Gurruchaga
Los partidos constitucionalistas han perdido una buena oportunidad de debilitar al nacionalismo en la comunidad autónoma vasca en la legislatura que todavía está por concluir. Según la encuesta que hoy publica LA RAZÓN, si las elecciones autonómicas se celebraran hoy, los nacionalistas ganarían con el 57% de los votos y la obtención de entre 44 y 46 escaños frente a 29 que lograría la suma PP y PSE. Y no es extraño, ya que durante estos tres años de gobierno socialista el PSE se ha esforzado en contentar al nacionalismo radical haciendo el trabajo de la izquierda abertzale en todo lo referente a la negociación con ETA, los presos, etcétera. Esta actitud ha podido ser interpretada por la ciudadanía como la evidencia de que el programa de los nacionalistas es tan bueno que incluso un partido constitucionalista en lugar de aplicar el suyo trabaja a favor del supuesto contrario. A la inversa no ha sucedido nunca. En 30 años de gobierno peneuvista en Euskadi, el PNV jamás se ha desviado de su objetivo, ni siquiera en las legislaturas que ha estado coaligado con el PSOE. Los «batasunos» volverán a la Cámara de Vitoria en esta nueva legislatura y arrebatarán algunos votos al PNV y bastantes al PSE, que pierde 10 escaños de 25. El futuro, pues, se presenta complicado para los ciudadanos no nacionalistas, ya que PSOE y PP no podrán repetir el acuerdo, aunque tampoco lo desean; mientras que PNV más izquierda abertzale tendrían la oportunidad de gobernar unidos con mayoría absoluta, si es lo que quieren. El trabajo demoscópico indica que el PNV es el partido que tiene posibilidad de gobernar con cualquiera de las otras tres formaciones, dado que resulta impensable un acuerdo entre Bildu y PP, por lo que la izquierda abertzale sólo tendrá dos opciones. De hecho, la precampaña que está realizando el PNV de boca a oído consiste en presentar a Bildu como su contrincante electoral, y en explicar que la única manera de que Ajuria Enea no tenga un lendakari de la izquierda abertzale es que esta formación política pierda de manera rotunda en la pugna entre los dos nacionalismos. Pero una cosa es lo que se dice para ganar votos y otra bien distinta lo que se hace con el triunfo en la mano. Pues lo cierto es que los dos proyectos nacionalistas tienen muchas similitudes, que el PNV apoyó en Guipúzcoa los disparatados presupuestos de Bildu, que ambos tienen como objetivo la independencia y que, si los resultados son los que dice la encuesta, parece difícil que puedan resistirse a unir fuerzas para avanzar en sus coincidentes objetivos finalistas.
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