Reino Unido
Menos obesos si comen con los dedos
Dar a los niños la libertad de elegir los alimentos que ellos solos pueden comer disminuye la probabilidad de que en un futuro padezcan sobrepeso u obesidad, según una reciente investigación
Cuando los niños dejan de tomar biberón y empiezan ingerir alimentos sólidos, su curiosidad por lo desconocido les lleva a comer, de forma innata, con los dedos. Esta práctica podría servir, según un equipo de investigadores de la Universidad de Nottingham (Reino Unido), a prevenir el sobrepeso infantil. Los autores del estudio sostienen que cuando finaliza la etapa del biberón, los padres deben ofrecer una variedad de pequeñas porciones de alimentos para que sean ellos mismos los que elijan qué quieren comer. «La elección final recae en los padres, quienes serán los encargados de proporcionar una gama de productos sanos y nutritivos para el niño. Además, a partir de los seis meses, la mayoría de los niños son capaces de alcanzar y agarrar los alimentos y llevárselos a la boca y masticarlos», explica a este semanio la autora del estudio, Ellen Townsend.
La investigación, publicada en el último número de la revista «British Medical Journal Open», revela que dar a elegir a los niños tiene un impacto positivo en la formación de hábitos saludables de nutrición, a la vez que se protege al niño de una futura obesidad o sobrepeso.
Los alimentos que mejor pueden cumplir esta labor son, para Townsend, «aquellos que se pueden cortar en tiras finas y que la mano de un bebé puede sujetar como verduras al vapor, al horno, pan tostado, tiras de carne y huevos duros, entre otros. De esta forma, el niño toma la misma comida que el resto de la familia, pero siempre y cuando se elaboren sin sal y azúcar».
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El estudio, realizado entre 155 niños de entre veinte meses y 6 años y medio que recibieron carbohidratos, frutas, verduras, proteínas y productos integrales, reveló que los niños que se alimentaron solos ingerían más carbohidratos que los que tomaron papillas. Sin embargo, entre los niños que ingirieron papillas, se decantaron más por los dulces.
Al final de la investigación se evidenció que el porcentaje de niños con sobrepeso y obesidad era mayor en el grupo que tomó papilla, frente a los que eligieron sus propios alimentos lo que les llevó, además, a presentar un menor índice de masa corporal. Incluso, cuando se tuvieron en cuenta factores como los socioeconómicos o el peso al nacer o el de los padres, se siguieron observando los mismos resultados.
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