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El mercado a ritmo de samba

Brasil sobresale entre Rusia, India y China, mientras el sur de Europa intenta mantenerse a pesar de la crisis

El mercado a ritmo de samba
El mercado a ritmo de sambalarazon

La crisis ha convertido el mundo en una balanza. Mientras un platillo sube, el que corresponde a los países emergentes, el otro, el de las naciones del sur de Europa, baja. Y el arte, que es un mercado como cualquier otro, también ha fluctuado. Brasil, India, China y Rusia van consolidándose como referencias internacionales, mientras que España, Portugal, Italia y Grecia (que en los dos últimos años no ha acudido a ARCO con ninguna galería) continúan encontrando dificultades para potenciar su presencia a nivel internacional. ¿Cuáles son las diferencias entre unos y otros?

Mercados menores
Los países agrupados bajo las siglas BRIC están fomentando un fuerte coleccionismo interior que, a su vez, fortalece la presencia de sus artistas en el extranjero. Los compradores provienen, en su mayoría, del ámbito privado y no cuentan con apoyo público. Carlotta Loverini, de Project B, de Milán (Italia), tiene bastante claro cuáles son los problemas: «No hay dinero público. Las naciones del Mediterráneo son mercados menores. Tienen la tradición del arte, pero no del mercado. No son focos financieros, como Nueva York y Londres. Y, seamos realistas, el dinero está allí». Loverini reconoce que en Italia hay galeristas que empiezan a pasarlo mal, al igual que algunos artistas. Aunque otros no lo reconozcan o lo hagan de manera velada, como sucede con Enrico Astuni: «La crisis no afecta al arte. Simplemente, si tienes que vender el Maserati para pagar al artista, como yo, lo haces. Ya lo recompraré cuando la economía se recupere». Pedro Cera, de Portugal, no es tan optimista: «La crisis está afectando bastante. Es un círculo vicioso. Menos apetito por el arte, menos riesgos, menos artistas jóvenes. Los coleccionistas se están volviendo conservadores y buscan valores consagrados. Hay artistas en mi país que están pasando dificultades y galerías en la misma situación». Pedro Cera apunta a una dirección: «El mercado interno en España y Portugal no es tan fuerte. Se tiene alguna tradición de coleccionismo, pero no como en Alemania, Inglaterra o Estados Unidos. Y lo que hace que crezca la demanda de un artista es el mercado interno. Un coleccionista necesita saber que si quiere revender a un artista no tendrá dificultades».

En el lado opuesto está Brasil. En la Galería Casa Triángulo, de Sao Paulo, Ricardo Trevisan comenta: «Estamos en un gran momento. El mercado está creciendo. Creo que es un reflejo de cómo va la economía. Vendemos mucho en el interior, pero también a extranjeros, sobre todo a ingleses». Trevisan apunta que están surgiendo artistas muy jóvenes y de mucha calidad, y aporta cuál es el perfil de los coleccionistas: «Suelen trabajar en el mercado financiero. Son empresarios, abogados o compradores tradicionales con una gran colección formada». Susana Sanz es editoria de la revista «Art in China». «Hay muchos jóvenes allí», asegura. Y habla de pueblos enteros a las afueras de las capitales formados sólo por artistas y galerías. Se formaron en los noventa y ahora tienen una gran pujanza. Se llaman «los distritos del arte». «Existen museos públicos, pero los importantes son los privados. La censura aquí no es fuerte». Reconoce que hay muchos «hombres de negocios y clase alta con dinero, sobre todo desde los últimos diez años hasta hoy. Quieren adaptar su perfil y condición social y han tomado como referencia al coleccionista europeo». El mercado chino no sólo es interior. También está en alza, como demuestra la feria de Miami. «Venden mucho a extranjeros: alemanes, noruegos, holandeses. No sé por qué no hay presencia de China en ARCO. Si es porque a las galerías de allí no les interesa nuestro mercado o porque ARCO no sabe contactar con ellas». Después asegura que el arte es un negocio y que los chinos lo han entendido muy bien. ¿Y qué ocurre con Rusia? Vera Glazkova, de Arka Gallery, comenta que hay mercado en las grandes ciudades. Y coleccionistas, pero que desde 1989 sólo han pasado 20 años. «Poco tiempo».


El Reina Sofía gasta 800.000 euros en ARCO
El Reina Sofía ha comprado en Arco 17 obras de arte por un valor de 800.000 euros, entre ellas «Temps blanc» de Palazuelo. Manuel Borja-Villel, director del museo, anunció la adquisición de las obras.También se encuentra el óleo de Esteban Francés, «Arrangez vous», de 1939. La Fundación Coca-Cola ya ha adquirido doce piezas. Las últimas cinco ayer mismo. Son dos pinturas de Secundino Hernández y otra de la Bilbaína Lucía Vallejo, además de tres fotografías.


LA LUPA
El melón de Ai Weiwei

Desde que fue encerrado en prisión, la obra de Ai Weiwei se ha revalorizado a nivel internacional. «Se ha reforzado mucho, pero no en el interior de China. En su país, la gente apenas le conoce o sabe quién es. Pero en el exterior está muy valorado», asegura Susana Sanz, de la revista «Art in China». Después añade: «Pero eso es muy normal. Está dentro de lo que es el juego del mercado del arte».