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Rajoy satisfecho espera que ahora el BCE compre deuda

Mariano Rajoy, durante su intervención en la cumbre del Partido Popular Europeo en la ciudad francesa de Marsella
Mariano Rajoy, durante su intervención en la cumbre del Partido Popular Europeo en la ciudad francesa de Marsellalarazon

Madrid- Mariano Rajoy cree que es bueno que se haya desatascado la negociación en la Unión Europea y que se haya vencido la resistencia de Reino Unido, porque no es «tolerable» que un país que no forma parte del euro intente condicionar las decisiones de los que sí están en ese club. Cuanto más consenso, mejor; pero el bloqueo hubiera sido ir directos al abismo, según fuentes de su entorno. También ve positivo que sea un acuerdo abierto, sin división inicial en dos en la zona euro, es decir, que se haya constituido una «coalición de voluntarios que deciden avanzar a más velocidad».

Rajoy y su equipo están satisfechos con que se camine por la línea de la disciplina, el control y el «sacrificio» porque seremos un «Gobierno serio» –dicen– y España no tendrá problema en cumplir con sus compromisos, como ya lo hizo en su día con el Pacto de Estabilidad. Y un tercer elemento que aprueban –previsible, teniendo en cuenta el discurso defendido– es todo el capítulo que recoge el avance en la gobernanza económica. «A diferencia de otros países, como Francia, donde hay recelos por la cesión de soberanía, nosotros no tenemos ese problema», explican las fuentes consultadas.

La duda más preocupante es la que afecta al futuro de la estabilidad de los mercados, o dicho de otra manera, hasta qué punto los mercados se creen el acuerdo y hasta qué punto el Banco Central Europeo (BCE) entiende que se ha creado un entorno de seguridad que le permite actuar de inmediato con más decisión con la deuda soberana. Desde Génova recuerdan que el BCE sólo actúa cuando ve la red: la primera vez que lo hizo fue cuando los estados pusieron en marcha el fondo de rescate provisional; y con España e Italia se implicó cuando los dos países pusieron negro sobre blanco las condiciones que les había impuesto el ex presidente del BCE Jean-Claude Trichet. «El marco acordado en Bruselas puede ser una base para ayudar en la situación actual, pero hace falta que el BCE deje de lado sus reticencias y empiece a comprar deuda soberana a partir del lunes», sentencian. El lunes empezará la cuenta atrás para calibrar si los pilares colocados en Bruselas son suficientemente resistentes como para atacar al núcleo del problema: el coste de la financiación y, en consecuencia, el crecimiento económico.

Desde el entorno del próximo presidente del Gobierno insisten por activa y por pasiva en que mientras el fondo de rescate definitivo no esté activo, la única salida que queda es el BCE. Y también avisan de que si esa salida falla, entonces habría que convocar con urgencia otro Consejo Europeo para adoptar nuevas medidas. De hecho, el problema del fondo provisional o del definitivo no son sus funciones ni sus decisiones, sino la falta de dinero, como ya se ha demostrado con el que hasta ahora se ha intentado poner en marcha.

Rajoy cree que no puede haber una unión monetaria y fiscal sostenible entre países con diferencias entre sus bonos como las que separan a Alemania de Grecia o de España. Hoy tenemos que pagar entre cuatro y cinco veces más para financiarnos que el año pasado, y nos cuesta incluso más que a países como Grecia, Irlanda o Portugal, a los que hemos ayudado a rescatar. A su juicio, el escenario razonable para que nuestra deuda sea sostenible exige que la diferencia con Alemania no se vaya por encima de los 150 puntos. El futuro presidente respira aliviado, aunque con dudas sobre si los instrumentos activados serán suficientes para rebajar el coste de la financiación. Vamos, que si al BCE le bastará con que se incremente la dotación del fondo de rescate provisional; se adelante la puesta en marcha del fondo de rescate definitivo y se elimine la regla de la unanimidad para dar más agilidad al procedimiento; y a los bancos se les incremente el plazo de vencimiento y se les rebajen las garantías para dar un préstamo. En el PP hay opiniones encontradas sobre la importancia y la conveniencia de haber dado la batalla para bloquear el uso del llamado Mecanismo Europeo de Estabilidad, en la medida en que España nunca debería, en principio, oponerse al rescate de otro país.

 

Lo mejor
MÁS APORTACIONES
Los 27 aportarán al FMI 200.000 millones de euros más para ayudar a equilibrar la eurozona.
DÉFICIT
Los países no podrán pasar del 0,5% de déficit. Habrá sanción si superan el 3%.
REGLA DE ORO
Se introducirá para garantizar el equilibrio presupuestario en las constituciones.

Lo peor
FONDO DE RESCATE
Sin acuerdo para ampliarlo más allá de sus 500.000 millones de euros.
BCE
El Banco Central Europeo se convierte en un mero gestor del fondo de rescate.
NUEVO TRATADO
Los miembros de la eurozona negociarán con el resto de países, salvo Reino Unido.