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Bruselas

La UE a Mubarak: «El cambio debe llegar ahora»

La maquinaria europea da una vuelta de tuerca en su presión sobre Hosni Mubarak, que resiste en la presidencia de Egipto la presión popular. Un día después de la masiva manifestación de cientos de miles de egipcios que pidieron su salida, la jefa de la diplomacia europea, Catherine Ashton, subrayó que "el cambio debe llegar ahora".

Catherine Ashton recibió hoy al nuevo ministro tunecino de Exteriores
Catherine Ashton recibió hoy al nuevo ministro tunecino de Exterioreslarazon

Ante el pleno del Parlamento Europeo, la británica indicó que el mensaje de los egipcios es claro: el régimen ha cruzado un "punto de no retorno". Tras días de ir a la zaga frente a las posiciones de EEUU, la diplomacia europea se puso a la altura de la Casa Blanca, desde donde el pasado martes Barack Obama enfatizó que la "transición ordenada"empiece "ahora".

"El momento ha llegado para una transición ordenada", coincidió Ashton ante los eurodiputados, una "transformación de gran alcance". La Alta Representante de la Política Exterior compareció momentos antes de acudir a la Eurocámara en una rueda de prensa con el ministro de Exteriores de Túnez, Ahmed Ouneies, quien visitó Bruselas para abrir los canales y concretar el apoyo de la UE en la transición de su país.

La revolución popular iniciada en Túnez el pasado diciembre desencadenó una ola que ha hecho insostenible la supervivencia del régimen de Mubarak, intocable durante tres décadas al frente del Estado árabe más populoso; ha producido cambios en Marruecos o Jordania, y amenaza a otros como Yemen.

Apoyo a Túnez
La UE ha ofrecido a corto plazo ayuda económica y apoyo para la organización de las elecciones en Túnez, así como acelerar la negociación del Estatuto avanzado en marcha que dará al país una posición privilegiada con Europa. La UE también tiene su ojo en Yemen, y ayer Ashton se reunió con el ministro de Exteriores del país, Abu-Bakr Al-Qirbi, a quien ofreció apoyo económico.

Los ministros de los 27 el pasado lunes pidieron una "transición ordenada"que conduzca a unas elecciones "libres y justas"en Egipto. Sin embargo, no solicitaron un adelantamiento de las elecciones presidenciales, previstas de antemano para septiembre, y en las que Mubarak anunció el martes que no se presentará por las presiones de Washington. Y tanto Ashton como los ministros evitaron entonces pronunciarse sobre una salida de Mubarak, temiendo un vacío de poder que puedan aprovechar los radicales islamistas, tal y como reconocieron algunos como la española Trinidad Jiménez.

La presión desde Europa y EE UU para el cambio "ahora"deja espacio a la interpretación. El propio Mubarak insiste en pilotar la transición, dando a entender que las reclamaciones de EE UU ya se han cubierto al anunciar su salida en septiembre. Para otros, Washington estaría presionando para que Mubarak deje la silla a su vicepresidente, Omar Suleiman, bien visto en Washington. Mientras que para otros, tanto EE UU como la UE solicitan una transición que no se extiende solo a la naturaleza de los cambios, sino también a quien la dirige, un gobierno de unidad nacional en el que no entre la descendencia de Mubarak.