Barcelona

Las últimas fronteras Rafael MATESANZ

La Razón
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Parecía hace unos años que con los últimos trasplantes de órganos llegados a nuestros hospitales (intestino, multiviscerales…) habíamos visto casi todo en cirugía, a expensas de que la medicina regenerativa nos abriera nuevos caminos. Nada más lejos de la realidad: los franceses, primero con el trasplante de brazo y luego con el de cara, revolucionaron este campo. Los aloinjertos de tejidos compuestos son una nueva familia de trasplantes en los que se suman piel, músculos, huesos, vasos, nervios, etc. procedentes de una persona fallecida. España está dejando amplia constancia de su pujanza en este campo. Tres de los 11 trasplantes de cara se han hecho aquí, incluyendo el primero de mandíbula y lengua y el primero total de cara, aportándose en todos los casos importantes innovaciones técnicas para casos futuros. El hecho de que sean equipos multidisciplinares de tres ciudades (Valencia, Sevilla y Barcelona) muestra que no se trata de un caso aislado sino de un sistema sólido. De igual manera el equipo de Pedro Cavadas ha realizado dos trasplantes bilaterales de manos y antebrazos y el segundo de brazos del mundo, y está en disposición de realizar el primer trasplante de piernas en los próximos meses. ¿Van a ser tan habituales estos trasplantes como los de hígado o corazón? No es probable. Sus indicaciones vienen limitadas por la necesidad de medicación anti rechazo de por vida. Sólo grandes deformidades con afectación de funciones vitales o incapacidades que no pueden tratarse con cirugía convencional constituyen una indicación clara.

Director de la Organización Nacional de Trasplantes