Cataluña
Cataluña tendría que postularse como Turquía por Nicolás Zambrana
Si Cataluña se independizara, quedaría fuera de la Unión Europea. Hay distintos tratados internacionales que regulan las situaciones llamadas «de sucesión de Estados», una de las cuales es que un territorio se separe de un Estado y pase a pertenecer a un segundo Estado llamado «sucesor». En este caso, el Estado sucesor sería Cataluña. Sin embargo, las organizaciones internacionales –como lo es la UE– regulan estas situaciones al margen de dichos tratados. La UE no contempla específicamente, en ninguna norma, la situación de que uno de sus Estados miembros (España) pierda parte de su territorio y que ese nuevo territorio adquiera a posteriori el estatus de Estado soberano. Por eso, habría que entender que si Cataluña pasara a ser un nuevo Estado, estaría en la misma situación que otros Estados que, como Turquía, se postulan como futuros Estados miembros. El proceso de admisión a este selecto club está regulado en el artículo 49 del Tratado de la Unión Europea (TUE). Tal como está redactado, Cataluña lo tendría muy difícil para ingresar en la UE. Sobre todo por la oposición de España, pero también –probablemente– por la de otros países con idénticos problemas de nacionalismo, que no querrían dar alas a sus regiones disidentes. En concreto, el Estado español podría oponerse en el Consejo a la entrada de Cataluña en la UE, pues en esta institución se exige la unanimidad para que el nuevo país pase a formar parte de la Europa de los 27. Esto posibilitaría a España el poner un veto, aunque todos los demás países estuvieran de acuerdo en admitir a Cataluña. Asimismo, España podría usar su influencia en el Parlamento, donde se requiere una mayoría absoluta para que el nuevo Estado sea admitido. Naturalmente, los parlamentarios españoles, y el resto de los parlamentarios, son independientes, pero tal influencia es posible. La Comisión Europea también tiene que emitir un dictamen no vinculante sobre la petición de adhesión y España también podría intentar influir en el resultado de dicho dictamen. Asimismo, en el procedimiento de admisión hay un paso importante consistente en la firma de la llamada Acta de Adhesión, a la que también podría negarse España. Finalmente, aunque España hubiera permitido que las negociaciones entre Cataluña y la UE llegaran a buen término y se firmara la mencionada Acta de Adhesión, todavía tienen todos los países, incluida España, que ratificar conforme a su Derecho interno la incorporación del nuevo Estado y España también podría negarse a ello.
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