El Cairo
Hamas y Al Fatah firman la reconciliación
El líder del grupo nacionalista Al Fatah, Mahmud Abbas, y el dirigente del islamista Hamas, Jaled Meshal, sellaron ayer la reconciliación palestina a través de un acuerdo alcanzado por ambas facciones el pasado 27 de abril en El Cairo que establece la formación de un Gobierno provisional integrado por tecnócratas y la celebración de elecciones dentro de un año.
MADRID- «Después de cuatro años negros que han causado daños para los intereses nacionales del pueblo (palestino), aquí nos reunimos para anunciar que pasamos la página de la división», afirmó Abbas, presidente de la Autoridad Nacional Palestina (ANP), en el acto que tuvo lugar en la capital egipcia y que supuso el anuncio oficial de este acuerdo después de que el pasado lunes el resto de facciones palestinas se adhirieran al documento. El acuerdo, que para el primer ministro israelí Benjamin Netanyahu supone «una gran victoria para el terrorismo», simboliza el fin de las profundas diferencias ideológicas y políticas que en 2007 hicieron estallar un serio conflicto entre ambas facciones. «Queremos acelerar la salida de esta difícil etapa para cicatrizar las heridas y estar libres con vistas a llevar a cabo nuestro proyecto nacional», apuntó en su intervención Meshal, quien además agregó que no va a haber un enfrentamiento entre su grupo y el resto de facciones palestinas, porque su «única lucha es con Israel». Por su parte, el líder de Al Fatah, que al contrario que Hamas no ha roto el diálogo con el Gobierno israelí, apuntó que este país «toma como pretexto la reconciliación para huir de la paz» e instó al Ejecutivo de Netanyahu a «elegir entre la paz y los asentamientos».
Mientras, en Gaza, por primera vez en cuatro años la bandera del partido Al Fatah ondeó junto a la de Hamas en varias concentraciones que celebraron el fin de la división palestina. Aún así, todavía quedan por tomar las decisiones: si bien el documento establece la formación de un Gobierno unitario y la celebración de elecciones en mayo de 2012, una comisión conjunta deberá solucionar las discrepancias más importantes como la identidad del primer ministro o el reconocimiento del Estado de Israel.
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