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Las dudas de los republicanos
NUEVA YORK- Al ex gobernador de Massachusetts Mitt Romney no le hizo falta esperar a los resultados de ayer en las primarias de Michigan (30 delegados) y Arizona (29 delegados). A primera hora de la mañana, en un encuentro con unos niños en su cuartel general de campaña en Livonia (Michigan), reconoció ser el único culpable de no haber sido capaz de alzarse como claro favorito en esta carrera, sobre todo en Michigan, su estado natal. Aun así, ayer fue la jornada más larga de su carrera política después de una semana de «algunos errores» que han complicado su batalla en las primarias.
Entre los mismos gazapos, han hecho titulares sus palabras de que su mujer «tiene un par de Cadillacs» y que fue amigo de los propietarios de Nascar. «Intentaré hacerlo mejor y trabajar más para asegurarme de que nuestro mensaje llega», indicó ayer intuyendo una votación demasiado ajustada como para lanzarse a pronosticar un ganador. Ningún analista quiso pronunciarse hasta casi minutos antes de que se cerrasen los centros electorales. Pese a todo, el candidato mormón admitió que sólo mira hacia adelante. Romney tuvo ayer una larga jornada, peleando cada voto. «Este estado es complicado de ganar, sobre todo, ahora que hay un número creciente de votantes independientes, milenio [por los que nacieron en 2000, que se consideran electorado impredecible] y latinos», apunta el director del Centro de Estudios de la Clase Trabajadora de Ohio, John Russo.
Sobre los desafíos de los conservadores, el analista reconoció que «los candidatos [republicanos] son tan débiles que podríamos tener lo que se llama ‘elecciones corridas', donde los delegados eligen un candidato diferente en la Convención [republicana en verano, que este año se celebra en Tampa, Florida]. Nadie sabe lo que va a ocurrir en Michigan [por los resultados de ayer]. Y esto ya es un indicador de que Romney tiene problemas en estas elecciones», argumenta el analista. En Michigan, sin embargo, el presidente Barack Obama tiene gran aceptación entre la clase obrera debido a los sindicatos y los trabajadores de la industria del automóvil, quienes en un principio deberían haber apoyado a Romney por ser su estado natal. El mismo en el que su padre fue uno de los gobernadores más queridos durante los años sesenta.
Errores y gazapos
Ayer, Obama, siempre en «campaña», sacó partido al plan de rescate de General Motors, Chrysler y Ford en un acto en Washington. Allí indicó que «siempre apostaré por el trabajador estadounidense, por vosotros. Y lo haré cada día de mi vida». Lo dijo en la conferencia nacional del Sindicato del Automóvil. El presidente incluyó esta frase en clara referencia al controvertido artículo de Romney en el periódico «The New York Times». Hace dos años escribió un editorial en el que pidió que se dejase caer en bancarrota a la industria del automóvil; éste artículo le ha perjudicado de forma grave.
Hoy le toca al equipo de Romney analizar quién ganó ayer en Michigan y en Arizona y con cuánta diferencia. La media de las últimas encuestas que se publicaron ayer señalaban que Romney aventaba a Santorum por 1,5 puntos en Michigan y 15,5 en Arizona.
Romney ya mira a Ohio
Aunque la elección para ser candidato republicano no está siendo un camino de rosas, Romney no pierde la esperanza. Por ello, hoy estará todo el día en Ohio, uno de los grandes estados que deciden la semana que viene en el «Supermartes». Éste es otro estado que se les puede escurrir de las manos a los republicanos, cuyos votantes eligieron a George W. Bush en 2000 y 2008.
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