Navarra
El asesino de Vic sigue dentro de ETA y nunca se ha arrepentido
Juan Zubieta Zubeldia está en una cárcel de Lugo y sigue la disciplina que marca ETA
MADRID-Juan José Zubieta, miembro del «comando Barcelona» de ETA, condenado a 1.311 años de cárcel por el atentado contra el cuartel de la Guardia Civil de Vic, en el que fueron asesinadas nueve personas, cinco de ellas niños, se mantiene dentro de la disciplina que marca el «Colectivo de Presos Políticos Vascos» (EPPK). Tal y como adelantó LA RAZÓN, si no se le aplica la llamada «doctrina Parot» obtendrá este año la libertad total, tras haber cumplido sólo 20 años.
Zubieta se encuentra en la cárcel de Monterroso, en Lugo, junto con los hermanos Ibai y Mikel Aiensa Laborda, del «comando Nafarroa»;Bigarren Ibarra Izurieta, del entramado de la banda; Zumbeltz Larrea Azpiri, detenido en Francia tras huir por actos de «kale borroka»; Endika Lejarzagui Olabarrieta, que colaboraba con el cabecilla Ibon Fernández, «Susper», para darle objetivos de atentados; Kepa Rezábal Zurutuza, al que se le ha aplicado ya la «doctrina Parot»; y Kepa Zubizarreta Balboa, del «comando Nafarroa». Zubieta, que se sepa, no ha demostrado ningún tipo de arrepentimiento.
Su participación en este atentado fue posible gracias a la ayuda indirecta que le prestó un alcalde de la ilegalizada Herri Batasuna. Su incorporación al «comando» se debía haber producido el 24 febrero de 1991. Tenía una cita en Barcelona, junto al campo del Club Deportivo Español, en Sarriá. Pero le falló, y la de seguridad, prevista para el 3 de marzo, también. Decidió volver al País Vasco.
Debía ponerse en contacto urgente con la «dirección» de la «organización» (ETA). Logró que los dueños de un restaurante de Cegama le escondieran durante dos meses y se puso en contacto con el alcalde de la localidad de Oreja, de HB, al que dio una nota cerrada para que fuera entregada a los cabecillas de la banda. El 10 de mayo, el citado alcalde le llamó y le dijo que ya tenía la respuesta. Le entregó una carta en la que le ponían cita, ocho días después, en el Estadio Olímpico de Barcelona. De Cegama, viajó a Tolosa; de allí, a San Sebastián, y después a Madrid, donde cogió un autobús hasta la Ciudad Condal. Para la cita, debía llevar un libro en la mano y, cuando alguien le preguntara si era Juanjo, contestar que sí.
Esta vez, la cita no falló: «Acudió una mujer de unos 35 años, blanca, pelo castaño oscuro, delgada, estatura mediana, llamada Pilar Ferreiro, quien me hizo la pregunta de la contraseña. Nos fuimos juntos al centro de Barcelona, a una plaza, donde estaban Juan Félix Erezuma y Juan Carlos Monteagudo».
Juan Zubieta
Elizondo (Navarra), 1 de agosto de 1965
«Comandos»
«Nafarroa» y «Barcelona»
Formación
Cursillos en Francia
Cárcel
Se encuentra en la de Monterroso, Lugo
¿Cuándo cumple?
Este año a no ser que se le aplique la «doctrina Parot»
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