Carmen Lomana: «No tengo tiempo ni ganas de novio»

Lo primero que se pasa por la cabeza es que Lomana sólo presta su cara bonita, pero no. «He participado en el diseño. De hecho he viajado a Venecia y Florencia para ver en qué taller se confeccionaba mejor y he seleccionado yo misma el género», asegura. Ella es así. Que promociona una nueva hamburguesa -«a la parrilla, como me gusta»-, pues se mete entre fogones para comprobar que es baja en calorías. Que toca engarzar piedras, pues se repasa todo el catálogo de circonitas. «Estoy encantada con el resultado. Cuando viajas, es mejor hacerlo con bisutería porque a mí se me ha perdido cada joya de hotel en hotel... Además mi colección está montada en materiales nobles por lo que cualquier mujer sabe que tiene entre sus manos una pieza para toda la vida, que van desde los 120 a los 1.900 euros», comenta de Chanel, no sólo en el vestido, sino también a sus pies «Es la única firma que te permite un ‘'total look''», comenta.

Viendo los anillos, collares y pulsera de Lomana, uno se pregunta si ha tenido tiempo para asimilar el resultado electoral. «Tienen lo que se merecen y lo que esperábamos. Si la sociedad española no llega a reaccionar, es para exiliarse», comenta sobre la hecatombe socialista, aunque en un ejercicio de «si yo gobernara este país», recuerda «el gasto inútil que supone mantener 17 autonomías y la preocupante reducción de las prestaciones sociales, que hace indispensable marcar la «X» solidaria para ayudar a organizaciones como Cáritas que sacan adelante a muchas familias».

Con este proyecto político, bisutería en mano y hamburguesa a la parrilla, no es de extrañar que Lomana pida a gritos unas vacaciones. Sin novios. «El otro día me vieron con un hombre y ya dicen que es mi novio. Se llama Ivo, y es un amigo de la panda. No tengo tiempo ni ganas de tener novio».