Afganistán

Un militar querido como presidente

El presidente Obama presentó ayer al general David Petraeus como el nuevo comandante de las fuerzas aliadas en Afganistán
El presidente Obama presentó ayer al general David Petraeus como el nuevo comandante de las fuerzas aliadas en Afganistánlarazon

NUEVA YORK- El nombre de David Petraeus, de 57 años, ha sonado en los últimos meses en las quinielas para hacer frente al presidente Barack Obama en las elecciones de 2012. El jefe del Comando Central se ha limitado a tachar los rumores de absurdos. Y ayer el demócrata recurrió al militar, graduado en la prestigiosa escuela militar de West Point y con un máster en Relaciones Internacioanles en Princeton, para sustituir a Stanley McChrystal al frente del Comando de la Fuerza de Asistencia a la Seguridad Internacional (ISAF) y las tropas estadounidenses en Afganistán. Para el arquitecto de la ofensiva de 2007 de Irak, es un paso atrás. Pero Obama le necesita en Afganistán. Y sin apenas preguntas ayer se colocó a su lado durante el anuncio. A Petraeus, le precede su fama en Irak. Goza de credibilidad en Washington y conoce a fondo la estrategia en Afganistán al ser el jefe del Comando Central. Su carisma entre los poderes militares será indispensable ante las tropas que hasta ahora respondían a McChrystal, a quien siempre ha respaldado. Petraeus dará continuidad a las operaciones de la moderna contrainsurgencia de McChrystal, más que nada porque es el padre de la misma. Parte de ella consiste en proporcionar seguridad a la población incluso a costa de las bajas de los soldados. Además, el militar, de padre holandés que se trasladó a EE UU tras la Segunda Guerra Mundial, repasó el manual en el que se basa la estrategia de Obama antes de que se lo entregasen al propio presidente. Al ser el inmediato superior de McChrystal, nadie conoce mejor que él los detalles de las operaciones militares. Siempre ha supervisado todos los movimientos. Miembro de las Fuerzas Armadas desde hace 36 años, ha medido sus palabras frente a políticos y civiles. Siempre estará al lado de su presidente para ofrecerle el mejor de sus consejos e incluso puede llegar a desafiarle. Pero no tolera el comportamiento que McChrsytal y sus hombres han ofrecido en los últimos días.