No todos ganaron

Ha tenido que salir Alfonso Guerra al escenario para recordarle al personal que el pasado domingo, en las primarias de Madrid, no todo el mundo ganó, porque últimamente daba la sensación de que la alegría en la calle Ferraz por la victoria de Trini era inmensa y generalizada a cada uno de los militantes del partido. Ciertamente no fue así. Porque hubo ganadores, sí, pero también clarísimos perdedores. La primera Trini, que picó como pardilla el anzuelo de Zeta y se convirtió en candidata a palos, pues ella no quería, no estaba convencida y nunca hubiera dado el paso de no ser por la presión monclovita. Perdió claramente Zapatero, por apoyar y pedir el voto para quien ha sido arrasada por la militancia. ¿Cayó Trini por sí sola o porque representaba a ZP? No sólo perdieron, sino que además han hecho un ridículo estelar Blanco y Rubalcaba, ambos juntos y de la mano tras intentar movilizar a la militancia y a los medios, diciendo cosas que ahora les gustaría no haber pronunciado nunca. Perdió Cháves, y el zigzagueante Pedro Castro, presidente de la FEMP, y el desaparecido Zerolo.

Y Ganó Gómez con Pajín y con la vieja guardia. También críticos como Carmona o Joaquín Leguina. Ganó Guerra, of course, y todos los que, como Guerra, quieren acabar ya con el zapaterismo y han obtenido ahora su primera y sonora victoria.