Balada triste de Alonso

Ahora sí. Después de muchos meses de rumores sobre una fuerte crisis en la pareja y los correspondientes desmentidos por parte de los protagonistas, ayer, Fernando Alonso hizo pública la decisión tomada «de muto acuerdo» con Raquel del Rosario para poner fin a su matrimonio. Quizá el hecho de que desde a primera hora, un tuit del equipo de deportes de La Sexta, que apuntaba a un inminente divorcio, y la repercusión de esta información en la red social obligaron al piloto a realizar un comunicado oficial para confirmar la noticia a través de su página web, algo inusual en él ya que siempre ha huido de dar detalles sobre su vida marital. «Tras cinco años de matrimonio hemos decidido poner fin a nuestra relación como pareja. Es una decisión muy meditada. Nos separamos como matrimonio, pero nunca como amigos, ya que queda entre nosotros una muy buena relación de cariño y admiración mutua y siempre velaremos por la felicidad del otro», versaban las líneas de Alonso.

Por su parte, la vocalista de El sueño de Morfeo, a pesar de firmar el comunicado de su todavía marido, también quiso dirigirse a aquellos que no comprendían el porqué de su ruptura: «Cuando se hace pública una noticia de este tipo, todo el mundo quiere saber y opinar sobre los motivos, causas y problemas que nos han llevado a tomar esta decisión, pero lo que se consigue con esto es convertir un momento difícil en algo realmente doloroso», publicó en su web.

Demanda por injurias
Es curioso que la pareja hasta hace unos meses hiciera lo imposible para desmentir las informaciones que se publicaban en diferentes medios de comunicación sobre su situación sentimental. Incluso, el matrimonio ganó un pleito contra una televisión que aseguró en 2009 que estaban «al borde del divorcio», mientras ellos afirmaban estar felices y «muy unidos». Ahora, con la confirmación, se pone punto final a una relación que comenzó en 2005, cuando se conocieron en un programa de radio en el que ambos participaban y comenzaron un noviazgo que llegó a matrimonio en 2006 con una discreta boda en Oviedo. Últimamente, la pareja residía en Suiza, donde el piloto de Fórmula 1 tenía fijada su residencia por motivos de trabajo y para alejarse de los focos y proteger su intimidad, «algo que tanto Raquel como yo hemos deseado siempre», como afirman en su comunicado.

¿El último intento de reconciliación?
Fue su última cena romántica, al menos de cara a los flashes de los «paparazzi» que los han seguido a lo largo de los siete años de relación. Tuvo lugar en Roma, a principios de año y la pareja se mostró muy cariñosa frente a las informaciones que aseguraban que la relación no iba bien. Incluso, durante aquella velada, Alonso sorprendió a la cantante con un enorme ramo de flores, quizá, ¿para pedirle perdón?