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Rebelión de los enchufados del PSOE en los reguladores
MADRID- El anteproyecto de ley del nuevo Gobierno para fusionar varios reguladores y crear la nueva Comisión Nacional de Mercado y Competencia (CNMC) se acaba de topar de bruces con la herencia socialista. El Ejecutivo de José Luis Rodríguez Zapatero colocó al mando, tanto de la Comisión Nacional de la Energía (CNE) como de la Comisión del Mercado de Telecomunicaciones (CMT), a sendos presidentes afines. De hecho, no hay un solo miembro próximo al Partido Popular en ninguno de los dos consejos.
Ahora, ambos organismos han mostrado públicamente sus discrepancias con el proyecto del Ejecutivo de Mariano Rajoy.
Funciones de Industria
La Comisión Nacional de la Energía (CNE) lamenta que el anteproyecto de ley de fusión de reguladores traslade al Gobierno un buen número de funciones que debería desempeñar el macrorregulador. Entre las funciones que pasarán al Ministerio de Industria, Energía y Turismo figura la actual capacidad de la CNE para vetar operaciones corporativas, conocida como «Función 14», según consta en el informe elaborado por el regulador acerca del anteproyecto de creación del nuevo regulador.
En su documento, la CNE se muestra también crítica con la pérdida de independencia que puede provocar la nueva norma y hace énfasis en la gran cantidad de funciones que no podrá de-sempeñar la nueva CNMC y que pasarán a Industria. Entre ellas figuran las funciones inspectoras y de incoación de expedientes sancionadores, así como otras incluidas en las directivas europeas y relacionadas con aspectos como la calidad del suministro, la protección de consumidores o las revisiones de retribuciones.
Por su parte, la CMT advierte en su informe de que la integración de los diferentes reguladores «minora» el grado de autonomía del nuevo organismo y podría incidir de manera «crucial» en el precio y la calidad de servicios esenciales para los consumidores españoles y para las empresas del país.
Mandato
La CMT plantea dudas también respecto al modo de elección del presidente de la CNMC y su carácter rotatorio, con un periodo de mandato de tan sólo tres años. «Máxime teniendo en cuenta el ámbito tan amplio de responsabilidades ejecutivas concentradas en este órgano, lo cual parecería requerir, en principio una mayor estabilidad del cargo», apunta, informa Ep.
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