Sevilla
La principal testigo duda y no identifica al imputado como el agresor de la víctima
SEVILLA-La máxima carga acusatoria contra Óscar Riquelme cae, probablemente por miedo. La principal testigo del crimen de Francisco José Guerrero, de 23 años, fallecido tras recibir una puñalada en un botellón el 25 de marzo de 2011 durante una Fiesta de la Primavera, se desdijo de la declaración judicial en la que aseguró que el imputado fue quien apuñaló a la víctima. La testigo protegido asegura ahora, por videoconferencia, que «tiene dudas», debido a que el acusado y una segunda persona no identificada «estaban delante de la víctima» y no pudo ver con precisión quién cometió el crimen, recogió Europa Press.
En esta segunda jornada del juicio con jurado popular en la Audiencia, la fiscal cuestionó si «estaba coaccionada o tiene miedo». La testigo se echó a llorar para, después, negar las amenazas.
El imputado –que se enfrenta a una pena de 13 años por homicidio pero se mostró desinhibido y sonriente mirando a sus amigos– indicó que fue otra persona la que cometió el crimen, un vecino suyo de San Juan de Aznalfarache llamado José Antonio, quien, supuestamente, tras pinchar la rueda del coche del primo de la víctima apuñaló a Guerrero con la misma navaja. «Tengo la conciencia muy tranquila. No he matado a nadie y no he cometido ningún delito», aseguró Óscar Riquelme, con menor peso que cuando fue detenido.
«Claro que soy inocente», dijo al entrar en la sala. Según su versión, estaba de botellón, llegó el menor que estuvo imputado en la causa y les avisó de que le habían pegado. Entonces, se acercó al grupo de la víctima «para preguntar qué había pasado». «Fui porque soy el mayor, para intentar evitar reyertas y poner paz», declaró. Entonces, llegó «José Antonio» –«No le tengo miedo, pero a su familia sí», dijo– y pinchó la rueda. Riquelme, según su versión, le pidió la navaja «de grandes dimensiones» para «evitar un problema», pero no se la dio; y le dijo al dueño del vehículo que le buscaría una llanta. En ese momento, esta tercera persona habría apuñalado a Guerrero y salió corriendo. Riquelme manifestó que, incluso, ayudó a las personas que auxiliaban a la víctima a meterlo en el coche y que no entiende «cómo ninguno de los testigos me vio ayudando».
El primo de la víctima, por contra, relató que el acusado llegó con sus amigos «a liarla», le vio pedir la navaja diciendo «a esta gente la voy a entender yo» y, aunque no lo vio coger el arma, sí vio cómo la pedía y muchos testigos, que «no declaran por miedo», le dijeron que el autor del crimen era «un gordo de San Juan».
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