Castilla y León y Cantabria redoblan esfuerzos para hacer un seguimiento de la población de oso pardo

Burgos- La Consejería de Medio Ambiente de Castilla y León y la de Desarrollo Rural de Cantabria, junto con la Fundación Oso Pardo, han puesto en marcha un operativo coordinado para seguir y controlar la población de esa especie en la zona del valle del Ebro, limítrofe entre ambas comunidades autónomas, y donde se ha localizado un ejemplar de este plantígrado por primera vez desde principios del pasado siglo XX. Según apuntaron fuentes de la Junta de Castilla y León, ese comportamiento dispersivo es normal en la especie durante esta época del año, en la que los osos pueden recorrer grandes distancias en busca de alimento regresando posteriormente a sus zonas de presencia habitual.
En este contexto, esas mismas fuentes subrayaron que la población de oso pardo cantábrico viene mostrando en los análisis que se realizan síntomas de recuperación registrándose, año tras año, el récord de hembras acompañadas con crías y un mayor número de localizaciones de ejemplares fuera de las áreas habituales de presencia.
La Fundación del Patrimonio Natural asume este año la labor de seguimiento y control de la población osera -protegida desde hace 20 años en la zona-, radicada fundamentalmente en la Montaña Palentina, Riaño y Alto Sil, gracias a los convenios de colaboración de la Fundación Oso Pardo con la Consejería de Medio Ambiente que aseguraban su dotación y su mantenimiento.