Relevo a Arenas con la voluntad de «continuar» su proyecto

GRANADA- El vídeo que precedió el discurso de presentación de candidatura de Juan Ignacio Zoido, en el que aparecía en la calle saludando a ciudadanos, en tareas de gobierno y con confesiones terrenales, casi domésticas, como que su padre quería que fuera pastelero pero que al final fue juez, sirvió de claro prólogo de lo que vino después. Una intervención en la que no abundaron los altos ribetes discursivos pero subida de emotividad y de lenguaje doméstico. Simple, directo, intentando convencer fundamentalmente por la vía de las emociones. Trató de tocar la fibra sensible y en algunos momentos lo consiguió. Zoido hizo una apuesta por la micropolítica, la humildad, la ruptura de las barreras con los ciudadanos y la presencia en la calle, las señas de identidad que le llevaron a barrer con 20 concejales en la Alcaldía de Sevilla. Sin cortar el cordón umbilical tendido por Arenas durante su etapa en la Presidencia del partido. «Javier, me gustaría dar continuidad a tu forma de hacer y de ser en política, siendo fiel a mi propio carácter y mantener todo aquello que nos ha hecho ser hoy referentes del partido en España».

La gran noticia de ayer, en cualquier caso, no fue la proclamación del nuevo presidente del PP-A. Fue el cierre acelerado del Congreso y la eliminación de la jornada de clausura del domingo. Sobre la marcha, avanzada la tarde y tras la intervención de Zoido, llegó el anuncio de que Rajoy no se caía del cartel, como sí lo hicieron Soraya Sáenz de Santamaría y Cristóbal Montoro, pero que su discurso se adelantaba a ayer. Rajoy apareció en escena justo antes de la proclamación de Zoido como presidente del PP-A, con el 96,7 por ciento de los votos. De los 1.371 votos, 57 en blanco y 9 nulos. Con este cambio, el PP hizo un regate a la manifestación masiva prevista para el domingo –se esperaban 3.000 personas– y daba cerrojazo al cónclave, que ha sido un homenaje continuo a Javier Arenas, el nuevo presidente de honor del PP-A. Arenas fue de los primeros en intervenir el viernes para ceder todo el protagonismo a Zoido y al nuevo equipo, que ayer también tuvo palabras de reconocimiento para él. «Nos has inculcado valores como el esfuerzo, el sacrificio, la constancia, la generosidad y la lealtad. Valores que poseen desde el primero hasta el último militante». «Lo has conseguido, has conseguido por primera vez ganar en Andalucía». Aludió Zoido al apoyo de la mujer de Arenas, Macarena Olivencia –«nada hubiera sido igual sin tu entrega diaria, sin tu generosidad sin límites»– y sus tres hijos.

La palabra humildad fue la más repetida por Zoido, junto a la insistencia de que los políticos son gente normal. Sobre ese sencillo molde propuso fraguar el nuevo proyecto de los populares.

«Ser humilde no significa estar por debajo de nada ni de nadie. Ser humilde es asumir la virtud de reconocer nuestras propias limitaciones, nuestras propias debilidades y de tener la suficiente habilidad para obrar a partir de este reconocimiento». «Humildad partiendo del convencimiento de que estamos al servicio del ciudadano. Ya es hora de acabar con la imagen de los políticos lejanos, de los políticos inaccesibles».

Tiró el presidente del PP-A de una fórmula habitual en sus intervenciones como alcalde. El vuelo rasante de la sencillez. Recordó los consejos de su padre. «En estos momentos me acuerdo de mis padres. Un padre vale más que cien maestros». «Todos conocéis mi origen. Nací en una familia trabajadora, criado en los valores del esfuerzo, del sacrificio, de la humildad, de la superación, de la constancia. Llevo años intentando no desviarme de estos valores. Llevo mucho tiempo trabajando para no imponer mi opinión a nadie». Sobre el papel había pasajes aún más pedestres que Zoido finalmente omitió, como el recuerdo de que con sus «propias manos» había «sacado basura de El Vacie porque nadie lo hacía».

Esta misma filosofía es la que el nuevo capitán de barco del PP-A quiere exportar a «cada rincón, a cada barrio y a cada pueblo de Andalucía». «Hay que remangarse la camisa».
«Renovemos nuestros votos con la política. Nuestros ideales y nuestro compromiso con Andalucía», abundó. «No pongamos distancias con la gente», dijo.

Igual que lo hizo Arenas y el resto de alcaldes del partido, Zoido avaló las medidas llevadas a cabo por Rajoy. «El momento que nos ha tocado vivir es el más complicado que se recuerda de las últimas décadas». «Las reformas no las quería Rajoy pero es que no hay más remedio. Nos habían engañado (en referencia al Gobierno de Rodríguez Zapatero)», apuntó.

Nueva Ejecutiva en la que sólo repiten tres vicesecretarios
El principal rasgo distintivo del nuevo Comité Ejecutivo Regional del PP-A es el recorte de cargos, atribuido a mejorar la operatividad de la estructura. Los vicesecretarios generales pasan de 16 a sólo cinco tras un agrupamiento de funciones y los secretarios de área de 36 a 32. Desaparecen también los 20 vicepresidentes, aunque habrá 15 coordinadores de área, frente al único coordinador –de Economía– que existía hasta este momento. Javier Arenas es presidente de honor y el secretario general, el «número dos», José Luis Sanz, alcalde del municipio sevillano de Tomares. Como vicesecretarios repiten Ana María Corredera, que sigue en Organización, pero suma Política Electoral y Política Municipal; Alicia Martínez, que pasa de Relación con las Organizaciones Sociales a Territorio, Medio Ambiente y Asuntos Europeos; y Mario Bilbao, que suma a Formación Ideas y Programas. Se unen a la nómina de vicesecretarios la parlamentaria y alcaldesa de Valverde del Camino (Huelva) Dolores López, en Políticas Sociales y Acción Sectorial; y la concejal en el Ayuntamiento de Málaga Carolina España, que ostenta Empleo y Economía. Por otra parte, el jefe de gabinete de Zoido en la Alcaldía de Sevilla, Alberto Díaz, pasa a un cargo no existente hasta ahora, adjunto a la presidencia, que tiene rango de vicesecretario. Entre las bajas, las más llamativas son las de Patricia del Pozo, hasta ahora coordinadora de la Presidencia; la de la senadora malagueña Patricia Navarro; la de la parlamentaria Ana Mestre; y la del también diputado Jaime Raynaud.