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El agua de calidad y en cantidad por Maritina Hernández

La Razón
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En 1992 las Naciones Unidas establecieron el 22 de marzo como Día Mundial del Agua para concienciar acerca de la importancia de llevar a cabo una gestión sostenible de este recurso. Hoy, veinte años después celebramos este día con un lema que cobra especial actualidad: «El agua y la seguridad alimentaria».

Son dos elementos íntimamente ligados. El agua es esencial para la agricultura, y ésta lo es para la sociedad como proveedora de alimentos seguros y saludables. Agua a un precio que haga competitiva la actividad agraria, y una actividad que sea rentable para el productor, porque sólo así seremos capaces de mantener un modelo agrícola que permita al consumidor disponer de esos alimentos seguros y saludables.

Ese modelo alcanza en la Comunitat Valenciana su mejor expresión. Nuestro campo es fuente de alimentos que se caracterizan por su extraordinaria calidad y sabor, pero también por sus propiedades nutricionales. Nuestros agricultores trabajan bajo las máximas exigencias sanitarias y de seguridad alimentaria, lo que constituye la mayor garantía para el consumidor. Nuestro cultivo más característico, los cítricos, es un aliado en la mitigación de los efectos del cambio por su capacidad para absorber CO2. Y todo ello haciendo un uso del agua ejemplar.
La gestión sostenible del agua ha sido una constante en la labor cotidiana de los regantes, principales exponentes de ese compromiso para tratar de superar el déficit hídrico estructural que padece nuestro territorio, y en la acción de gobierno desplegada por la Generalitat en los últimos años.

A pesar de estos esfuerzos, la escasez de agua es una realidad y debemos seguir buscando soluciones a nuestras demandas. Por esta razón creemos que en España se debe acometer una profunda revisión de la gestión hídrica de los gobiernos del Partido Socialista, y en estos momentos contamos con un nuevo Gobierno en España que ya ha mostrado su sensibilidad y su predisposición para alcanzar un pacto nacional del agua.

Se abre así un periodo de reflexión para definir un marco que dé respuesta a la problemática existente en cada uno de los territorios de España y apueste por soluciones ambiental y financieramente sostenibles, considerado la interconexión de cuencas, y superando una política cuya principal bandera ha sido la desalación masiva, insostenible por el elevado coste de esa agua y que haría verdaderamente inviable la actividad agrícola.

El agua es, en definitiva, un factor clave para asegurar nuestro futuro, y en especial el de la agricultura valenciana. Así, lo entendemos y nos comprometemos a seguir trabajando junto a regantes y usuarios para impulsar todas aquellas iniciativas e instrumentos que nos permitan disponer de agua de calidad, en cantidad suficiente y a un precio competitivo.