Alcalde de verano

«Yo quiero ser alcalde por méritos propios, no a costa de una maniobra maquiavélica del PSOE». Carlos Delgado, candidato a la Alcaldía por Unión por Leganés (Uleg), tiene claro que la «voluntad» de la mayoría de los leganenses el pasado 22-M fue que el PP gobernara la localidad. Pero, por esas cosas que pueden ocurrir en las sesiones de investidura, el próximo 11 de junio, Delgado podría salir proclamado regidor de Leganés, a pesar de haber sido la tercera fuerza más votada, con el 13,28 por ciento de los votos. Y eso sin haber pactado con nadie. Pero PSOE e IU dejaron caer la semana pasada su intención de evitar que gobierne el PP –su candidato, Jesús Gómez, ha sido el más votado con el 40,8 por ciento de los votos–, lo que implica que votarían por el candidato independiente. Los 8 votos del PSOE, los 3 de IU y los 4 de Uleg (Delgado firmó ante notario durante la campaña electoral que en la sesión de investidura se votaría a sí mismo para frenar los rumores de que pactaría con otros partidos) suman 15 votos, frente a los 12 concejales que ha obtenido el PP.

Sin embargo, Delgado considera «inmoral» ejercer el cargo porque «no se corresponde con lo que los vecinos han expresado en las urnas». Por eso, ayer anunció su intención de –en caso de que finalmente la izquierda le vote– ejercer el cargo durante el «tiempo necesario» para poner la «Casa de Todos» en orden y después renunciar a la alcaldía. En ese momento quedaría convocada una nueva sesión de investidura, en la que los cuatro concejales de Uleg se abstendrán y el PP saldrá ganador. «El PSOE se quiere reír de los vecinos y de la democracia al votar por Uleg y no vamos a darles el gusto», declaró ayer Delgado. «Cien días es el tiempo que dan de cortesía en cualquier puesto de trabajo, y creo que es suficiente para poner en marcha una serie de iniciativas», explicó.

La primera será solicitar a la sección de Delitos Económicos de la Unidad Central Operativa de la Guardia Civil que investigue al Ayuntamiento y que mire «hasta el último rincón y dependencias, en especial el despacho» del alcalde en funciones, Rafael Gómez Montoya (PSOE), «donde Carlos Delgado no entrará hasta que esté totalmente ‘limpio'» precisó. También «reactivará» el «caso Facturas», destapado por este periódico hace tres años, por el que se investiga una presunta malversación de fondos durante la campaña de Montoya en 2007. El plan de Uleg fue ayer criticado por el candidato del PP a la Alcaldía de Getafe, Juan Soler, quien recordó al independiente que la actual situación de crisis no deja espacio para «perder el tiempo en experimentos».

Enemigos durante 4 años
Uleg ha sido «el azote» del Gobierno de Montoya a lo largo de la pasada Legislatura. Han sacado a la luz numerosas irregularidades cometidas por los socialistas, que llegaron a decir que el partido de Carlos Delgado era la «marca blanca» del PP. Con tal de boicotear una Alcaldía popular, Montoya parece dispuesto a olvidar.