Ha hecho los deberes el Gobierno por José Ramón PIN ARBOLEDAS

¿Parió la burra? Pues aún no. Aunque el Gobierno ha redactado un Decreto-ley todo apunta a que se tramitará como Ley en las Cortes. Puede tener modificaciones, vista la debilidad parlamentaria del PSOE. Lleva un mes perdiendo votaciones en el Congreso y eso no augura nada bueno. De todas formas, tampoco la propuesta del Gobierno es para tirar cohetes, aunque ha mejorado respecto al borrador del viernes. No modifica elementos sustanciales y las nuevas aportaciones están llenas de cautelas. La regulación del modelo austriaco, la entrada de Agencias de Colocación para la intermediación laboral se dejan a consultas con sindicatos y CEOE y/o se aplaza su ejecución o se tramitará como ley separada. Rodríguez Zapatero necesitaba lavarse la cara ante el Consejo de Ministros europeos del viernes y para ello lleva una Reforma Laboral; puede decir que ha hecho los deberes, pero si se analiza bien, es más lo que parece que lo que es. Salvo, las propuestas de ampliar a todos los contratos indefinidos la rebaja de 8 días de indemnización por año con cargo al FOGASA y la extensión del contrato de fomento. Esto supone reducir el coste para el empresario a 37 o a 33 días; al menos un respiro. La sospecha es que en la tramitación como ley de la propuesta, el Gobierno pretenda que los deberes totales se los hagan otros. Hay rumores de que el Ejecutivo habló con Durán para que exigiese el endurecimiento del texto para votarlo. Como es lógico el experimentado diputado dijo que «verdes las han segado». Si el Gobierno quiere ayudas que se moje de verdad antes. Los mismos rumores se extienden entre los otros grupos respecto a la tramitación de propuesta como ley. El PSOE pretenderá que le hagan el trabajo. Mientras tanto el empresario tendrá que esperar y eso creará incertidumbre. El panorama no está claro, ahora se añade un grado de incógnita más. La conclusión es que el problema ya no es sólo económico. Es un deterioro de la situación política que tiene al Gobierno contra las cuerdas; ésta noqueado. Lo más grave es que ni siquiera lo reconoce. Niega la crisis política, como antes negó la económica. Así le va; parece que no aprende.

José Ramón PIN ARBOLEDAS / Profesor del IESE