Valencia

Victoria pírrica por Eduard Escartín

La Razón
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El que no se consuela es porque no quiere. Resulta que el nacionalismo de corbata ha obtenido una gran victoria por haber sobrepasado en Cataluña al PSC en las elecciones generales tras más de treinta años de intentarlo.

El resultado conseguido por Duran Lleida es loable, pero constituye la clásica victoria pírrica. Ante todo, estos resultados no constituyen una mayoría absoluta en Cataluña, o sea, que se está muy lejos de lo que el PP saca en Valencia y Madrid, y con menos prédicas identitarias y apelaciones a la dignidad nacional.

Como ha dicho Sánchez-Camacho para calmar los humos, Rajoy no necesita a CiU para nada, mientras que Mas en la Generalitat y Trias en el Ayuntamiento de Barcelona necesitan al PP para llegar a fin de mes.

Partiendo de esta premisa, a Duran las cosas no le han salido bien, pues su «força» no la necesita nadie. La vieja táctica de CiU de mercadear con un Gobierno cojo en Madrid ha pasado a la historia, como las mayorías absolutas de Pujol.

Ante la patente insuficiencia de votos, CiU se ha embarcado en el discurso del voto cualitativo. Sus sufragios son más catalanes que los otros y, además, no hay Gobierno posible en España sin la bendición de Duran. Para ello, con gran ingenio, nos revelan contactos y llamadas telefónicas de Rajoy. Aún nos acordamos cuando Duran iba a esquiar con Aznar a Baqueira.

Puedo equivocarme, pero CiU pintará más bien poco en Madrid, a pesar de la victoria.