Málaga

El tabaco eleva en un 35% el riesgo de cáncer renal

El tabaco incrementa en un 35 por ciento el riesgo de sufrir cáncer renal, que afecta a entre diez y doce españoles por cada 100.000 habitantes tras producirse un aumento, según se ha puesto de manifiesto en el LXXVI Congreso Nacional de Urología, que reúne en Málaga a más de mil especialistas.

En el 70 por ciento de los casos el tumor se diagnostica en fase inicial, lo que eleva las perspectivas de curación, y su detección suele ser casual y motivada porque el paciente se somete a una exploración médica por otra dolencia.

La cirugía sigue siendo el tratamiento de elección para estos pacientes, aunque la técnica quirúrgica y la vía de abordaje dependerán del tamaño del tumor, según han informado los organizadores del congreso en un comunicado, donde precisan que se prevé que la incidencia del cáncer renal baje en los próximos años.

Aunque aún se desconocen todas las causas del cáncer renal, los expertos coinciden en señalar al tabaquismo como principal responsable de este tumor urológico, tercero más frecuente tras el de próstata y vejiga.

Este hábito, unido a cambios en el estilo de vida, como la mala alimentación y el sedentarismo, han elevado la incidencia de esta enfermedad en los últimos años en países occidentales, según la Asociación Española de Urología.

"Cerca del 85 por ciento de los casos se debe a causas externas, como el tabaco, modificables con un adecuado ritmo de vida", ha apuntado el doctor José Manuel Cózar, vocal del colectivo de urólogos.

En concordancia con la dieta, señala otros factores de riesgo como la insuficiencia renal, la obesidad y la hipertensión, "aunque los mecanismos de esta relación no son bien conocidos", aclara.

"La mayor incidencia de la enfermedad en áreas urbanas con respecto a las rurales probablemente refleje la influencia del tabaquismo y la obesidad, aparte de mayor disponibilidad de medios diagnósticos", ha indicado.

El cáncer renal es más frecuente en hombres que en mujeres en una proporción de tres a uno y, aunque aparece a cualquier etapa de la vida, hay mayor incidencia entre los 50 y 75 años.

Tienen más riesgo de desarrollar un tumor en el riñón quienes trabajan con disolventes, pinturas o sustancias como el cadmio o el asbesto, propios de la industria del automóvil al estar en contacto con sustancias cancerígenas.

Pese al papel de los condicionantes externos, el cáncer renal responde también a un fuerte comportamiento hereditario, ya que "entre el 4 y 5 por ciento de casos están asociados a un síndrome hereditario y se debe a la mutación de un gen, el VHL".

La detección precoz no es fácil, ya que la sintomatología -por lo general, asociada a la presencia de sangre en orina, dolor en la zona abdominal, pérdida de peso o presencia de masa palpable en el abdomen-, suele manifestarse cuando el tumor ha adquirido gran volumen.

En la mayoría de casos, el diagnóstico transcurre da forma accidental durante una consulta al especialista por otra causa distinta.