Sevilla
Las «setas» fueron adjudicadas a Sacyr sin un proyecto de ejecución
El Colegio Oficial de Arquitectos ve en la «gestión inadecuada» del concurso el origen de los problemas actuales.
SEVILLA- Un proyecto básico y no un proyecto de ejecución. Eso es lo que la constructora Sacyr presentó al Ayuntamiento en verano de 2005 y lo que el Consistorio firmó con la empresa el 14 de diciembre de ese mismo año. Así lo reveló ayer el Colegio Oficial de Arquitectos, cuyo decano, Ángel Díaz del Río, achacó los actuales problemas del Metropol Parasol de la Encarnación a una «gestión inadecuada por parte de la Administración y la constructora».El proyecto básico de construcción fija valores generales de la obra, precios estimados, volúmenes previstos, etc., mientras que el proyecto de ejecución comporta cálculos detallados de estructura y un presupuesto desmenuzado y ya cerrado. En resumen, muchas más «garantías». Según manifestó Díaz del Río a LA RAZÓN de Sevilla, «lo lógico era que una obra tan singular hubiera tenido un proyecto lo más definido posible, que diera más garantías ante su complejidad». En este «error» de la Administración y la constructora se cifra el origen de los desvíos presupuestarios y los retrasos por índole técnica que han sufrido las «setas», según el Colegio, quien descargó de responsabilidad al arquitecto del diseño, Jürgen Mayer, si bien reconoció que, el hecho de que Sacyr encargara con posterioridad el proyecto de ejecución al propio «padre» de la obra, pudo mermar su «independencia» al quedar a las órdenes de la constructora. El proyecto de ejecución se elaboró en tres meses y, tras él, la «responsabilidad» de los avatares de la obra es de la constructora, según entiende el Colegio. En cambio, Díaz del Río negó que el proyecto fuera «imposible» en la práctica. «En la edificación y construcción todo es posible desde hace ya varias décadas y todo está inventado; en este caso, no existe la inviabilidad técnica, si acaso la económica», precisó. Por ello, consideró que es la constructora la que «tiene que asumir los fallos». Además, el decano recordó la calidad del comité de expertos que eligió el diseño de Jürgen Mayer entre las diez propuestas finalistas, en un «concurso internacional de prestigio y con un jurado como pocas veces ha habido en la ciudad».En cuanto a los desvíos presupuestarios que ha sufrido la obra, Díaz del Río incidió en que, «cuando convocas un concurso y das la obra a una empresa, si después empieza a haber cambios en el precio, las otras empresas que concurrieron pueden reclamar sus derechos al defender que por ese precio su proyecto hubiera sido más competitivo». En este sentido, recordó que el informe del secretario del Ayuntamiento ya abogaba en 2007 por la celebración de un nuevo concurso de adjudicación, circunstancia que el Colegio considera que podía haberse valorado en esta ocasión para sacar adelante el proyecto. «A lo mejor la solución es otro concurso», aseguró Díaz del Río. Por contra, el representante de esta institución rechazó la posibilidad de modificar el proyecto o derribar lo construido. «Las obras que se empiezan hay que acabarlas y ya está tan avanzada que hay poco margen para cambiar el proyecto». Las declaraciones del máximo representante de los arquitectos sevillanos añaden más leña a la hoguera de una obra que no termina de levantar cabeza y vuelve a poner en entredicho la actuación del Ayuntamiento y la constructora para ejecutar el diseño del alemán Jürgen Mayer.
IU duda del fin de obra en 2010El primer teniente de alcalde del Ayuntamiento y portavoz de IU, Antonio Rodrigo Torrijos, expresó ayer el «profundo escepticismo» de su partido sobre el cumplimiento del último plazo de inauguración fijado por el Ayuntamiento para el Metropol Parasol, «antes del 31 de diciembre», aunque no buscan tener razón.
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