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Salvada antes de nacer

Salvada antes de nacer
Salvada antes de nacerlarazon

Barcelona- Alaitz corretea por la alfombra de la sala de actos y corre hasta los brazos de su madre, Mónica. Luego se queda dormida en los brazos de Marcos, su padre, ajena a lo que está sucediendo a su alrededor. Un equipo médico explica enel salón de actos del Hospital Clínic de Barcelona cómo le salvaron la vida antes de que naciera, cuando apenas contaba con 26 semanas de vida. Una grave obstrucción pulmonar puso en riesgo su crecimiento y supervivencia.

En la ecografía de la semana 20, «se nos dijo que el diagnóstico era fatal, que la probabilidad de vida era nula», explicó Mónica. Desde la consulta del ginecólogo, en Mollet, se le derivó al Hospital Clínic, donde confirmaron el diagnóstico. Alaitz sufría una atresia bronquial, una obstrucción total de los bronquios y del pulmón derecho que implicaba un desarrollo anormal del órgano y su inflamación. La rara malformación también estaba afectando al pulmón izquierdo, así como al corazón y al hígado, que estaban siendo desplazados de su posición normal en el feto.

Incisión de tres milímetros
Tras comprobar que la anomalía lejos de mejorar evolucionaba a peor, el equipo médico del Servicio de Medicina Maternofetal del Clínic, junto con cirujanos pediátricos del Hospital Sant Joan de Déu de Barcelona, propusieron a Mónica y Marcos llevar a cabo una cirugía fetal para tratar de salvar la vida a Alaitz. Su corazón estaba empezando a fallar. La intervención no tenía por qué implicar graves riesgos para la madre pero debía ser rápida y exacta para evitar que el feto sufriera.
La pareja accedió sí sin dudarlo. «Era la única solución posible y era cuestión de intentarlo», afirmó Mónica.

El equipo médico, con experiencia a la hora de operar fetos a través de la tráquea, programó cada uno de los pasos a seguir. Y así, una vez dormido el bebé y situado en la posición óptima, los cirujanos practicaron una pequeña incisión de apenas tres milímetros en el abdomen de Mónica por la que acceder, mediante endoscopia, hasta la boca del feto. El fetoscopio se introdujo entonces en la tráquea a través de la laringe y se localizó la obstrucción del bronquio, situada en lóbulo superior derecho. Mediante láser se perforó el tapón permitiendo que el líquido volviese a circular con normalidad. La operación duró escasamente 30 minutos.

Los controles posteriores mostraron que el pulmón enfermo recuperaba su tamaño normal y el resto de órganos afectados volvían a su lugar.

El embarazo continuó con normalidad y Alaitz, al nacer –ahora hace casi 17 meses–, respiró por sí sola. A los trece días de vida, y tras recibir oxigenoterapia por una leve insuficiencia respiratoria, la pequeña fue sometida a una intervención en el Hospital Sant Joan de Déu, donde se le extrajo la parte del pulmón dañada durante la gestación.

Hoy por hoy, el lóbulo superior del pulmón derecho se ha expandido compensado la función de la zona extirpada, y el pulmón izquierdo está totalmente sano. «Su vida es completamente normal», aseguró Mónica, a pesar de que su hija es el primer bebé que sobrevive a una anomalía pulmonar gracias a la cirugía fetal. La menor presenta un desarrollo neurológico, cardíaco y respiratorio correctos, y los artífices de la delicada intervención se han felicitado por este avance sin precedentes en la cirugía fetal.

 

Otros 20 casos al año en España
El caso de Alaitz no es ni mucho menos único, si bien sí lo es la forma en la que se ha solucionado el problema de la pequeña. Cada año se detectan en nuestro país unos 20 casos de malformaciones pulmonares similares a la que se ha tratado en esta ocasión en el Hospital Clínic de Barcelona. Este centro es un referente mundial en cirugía fetal, con más de 2.000 consultas anuales, de las que unas 200 son derivadas a otros centros hospitalarios. La cifra de afectados por esta anomalía pulmonar se eleva hasta los 200 casos a nivel europeo, de tal forma que España concentra, aproximadamente, uno de cada diez casos.