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La zona euro se adentra en la recesión

La Razón
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BRUSELAS- Se veía venir. La Comisión Europea ya había rebajado la pasada semana sus previsiones de crecimiento para la zona euro, donde pronosticó una contracción del Producto Interior Bruto (PIB) del 0,4% para este año y un tímido avance del 0,1% para 2013. Ahora, los datos cosechados por la oficina comunitaria de estadística, Eurostat, vuelven a poner de manifiesto que la economía de la zona euro ha confirmado su entrada en recesión técnica al registrar en el tercer trimestre del año una contracción de la actividad del 0,1% respecto a los tres meses anteriores, en los que hubo retrocesos de 0,2%.

De esta forma, el Producto Interior Bruto (PIB) de la zona euro acumula ya cuatro trimestres consecutivos sin crecimiento, pues en el primer trimestre de 2012 se estancó tras retroceder tres décimas en los últimos tres meses de 2011.

Si se tienen en cuenta las cifras para la Unión Europea, la actividad económica registró en el tercer trimestre un aumento de una décima respecto al periodo anterior, tras una caída de dos décimas y el estancamiento del primer trimestre del año. También cayó un 0,3% en el último trimestre de 2011.

En España, cuarta economía de la unión monetaria, el PIB registró una caída de -0,3%, según Eurostat, en coincidencia con las cifras del Instituto Nacional de Estadística (INE) español.

En términos interanuales, el PIB de la zona euro en el tercer trimestre acumula una caída del 0,6%, mientras que en el conjunto de los Veintisiete el descenso es del 0,4%.
En el análisis por países se percibe que sólo Estonia (+1,7%), Eslovaquia (+0,6%), Finlandia (+0,3%) y Francia y Alemania (+0,2%) han registrado algún crecimiento, mientras que el resto decae. El panorama no puede ser más sombrío y afecta a varios socios importantes: Países Bajos registró la mayor caída trimestral de la actividad (-1,1%), por delante de Portugal (-0,8%), Chipre (-0,5%), España (-0,3%), Italia (-0,2%) e incluso Austria (-0,1%).

 

Draghi: el tiempo no es infinito
El presidente del Banco Central Europeo (BCE), Mario Draghi, manifestó ayer que las medidas tomadas para hacer frente a la crisis de deuda de la eurozona han permitido ganar un tiempo «valioso», aunque recalcó que éste no es «infinito». También insistió en que el BCE no puede sustituir las acciones de los gobiernos con respecto a la eficacia de su política económica: «Depende de ellos disipar de una vez todas las dudas», dijo Mario Draghi.