Vargas Llosa: el nacionalismo enemigo de la libertad y cultura de incultos

Vargas Llosa ha arremetido contra el nacionalismo tras recoger el premio FAES a la Libertad que le ha entregado el expresidente del Gobierno Jose María Aznar en un acto en el que ha estado presente el jefe del Ejecutivo, Mariano Rajoy.

El escritor ha advertido de que una vez que han desaparecido el fascismo y el comunismo, el nacionalismo es ahora el verdadero gran problema para la libertad, y ha considerado que se trata de "una vieja ideología que periódicamente renace, aprovechando, sobre todo, los momentos de crisis".

"Es un viejo colectivismo que atrae como un imán en nuestra época a los nostálgicos del fascismo y el comunismo", ha añadido antes de insistir en que el gran desafío de España en la actualidad no es la crisis económica (que ha dicho que acabará por ser vencida), sino el nacionalismo.

Y ante el mismo, ha instado a hacerle frente "sin complejos de inferioridad"y diciendo lo que representa.

Vargas Llosa ha reconocido que no todos los nacionalismos usan los mismos métodos, porque algunas utilizan el terrorismo del tiro en la nuca y los secuestros, y otros son pacíficos y dicen respetar la convivencia, la democracia y la diversidad.

Pero ha invitado a no dejarse engañar: "Ese es un semblante, un disfraz, porque el nacionalismo es una ideología inevitablemente autoritaria y reñida con la libertad".

A renglón seguido, ha señalado que en vez de defender el individuo soberano, convierte en esencia la vinculación del individuo con un territorio.

Vargas Llosa ha ahondado en sus críticas: "hace del individuo un mero epifenómeno de esa sacrosanta categoría colectivista que es la nación"

"A la corta o a la larga, el nacionalismo siempre significa exclusión, discriminación o violencia", ha subrayado.

De ahí que haya dicho que no existe ni un solo ensayo, tratado filosófico, político o jurídico nacionalista que haya tenido permanencia y solvencia intelectual, ya que se han quedado en mera "propaganda, panfletos, diatribas y catecismo político sin ideas".

Una conclusión a la que ha llegado al considerar que esta ideología no está hecha de ideas ni de razones sino, fundamentalmente, "de pasiones e instintos".

Ante ese desafío ha instado a no dejar que se extienda como las infecciones en los cuerpos débiles ni a caer en su victimismo o "patriotismo entre comillas", o en esa supuesta "panacea de todos los problemas llamada soberanismo o emancipación"

Vargas Llosa, que ha elogiado la Transición española, ha insistido en que se trata de una amenaza que no debe prevalecer y ha reiterado que hay que hacerle frente con las razones de la cultura y la libertad.

Por ello, ha instado a que España preserve su "unidad irrompible, con su diversidad"y que España y libertad "sean el anverso y el reverso de la misma moneda".