Cataluña

Primer hundimiento

La Razón
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La primera sorpresa es la participación. Mejor de lo esperado. Superior a lo pronosticado. Los que han dejado la caja vacía y se han gastado todo han sido despachados por la vía rápida. No se trataba tanto de votar a Mas como de echar a Montilla. Desde ayer tenemos una demostración empírica de la resistencia de Zapatero a dar la oportunidad a los votantes de examinar su no gestión de la crisis. No quiere ver las urnas ni en pintura. Montilla ha apurado los plazos hasta el último día para ganar tiempo e intentar aplazar lo inevitable. La derrota del PSC y sus socios es el certificado de defunción para un modelo que ha vivido instalado en el enfrentamiento y en el extremismo. Debería pensar el nuevo presidente de la Generalitat que el radicalismo y la imposición no dan votos. La derrota del PSC lo es también de Zapatero que ha estado implicado bien por acción bien por omisión en la gestión del tripartito.
La derrota socialista en Cataluña tiene consecuencias para el resto de España porque pone a Zapatero ante el espejo en el que no se quiere mirar. Cataluña no era el mejor sitio para medir el trasvase de votos entre el PSOE y el PP. Pero lo ocurrido ayer pone a los populares en juego tanto en Cataluña como en España de manera definitiva. El Partido Popular obtiene los mejores resultados de su historia en unas elecciones autonómicas. El porcentaje de voto obtenido le sitúa en una posición mucho más sólida para recortar la distancia con los socialistas en las próximas elecciones generales. El PP ha conseguido recoger parte del descontento con la gestión socialista en la Generalitat y en la Moncloa.
CiU va a gobernar en solitario pero tendrá que pactar la abstención del PP que entra en el juego por primera vez. A diferencia del apoyo del PP al PSOE en el País Vasco en este caso si habría algo a cambio tal y como ha anunciado la candidata popular Sánchez-Camacho. El PP ha abierto su espacio en Cataluña y el paso es decisivo para cubrir el agujero tradicional de los populares en esa comunidad autónoma. Poco ha durado la alegría de la foto con banqueros y empresarios. El hundimiento de Zapatero empieza por Cataluña. Hace dos años era impensable.