Vitoria

Ruz investiga si operadoras francesas grabaron llamadas desde el «Faisán»

Un informe encargado por el juez de la Audiencia Nacional Pablo Ruz a la compañía Telefónica revela que en la zona del bar Faisán de Irún (Guipúzcoa), en el que supuestamente se produjo un chivatazo al aparato de extorsión de la banda terrorista ETA el 4 de mayo de 2006, actuaban operadoras francesas que hasta ahora no han sido investigadas.

Así lo indica un análisis pericial, al que ha tenido acceso Europa Press, que la empresa de telefonía ha entregado al magistrado instructor después de que éste solicitara el pasado 24 de enero que le detallaran la ubicación de las llamadas que se realizaron el día del chivatazo, y si había alguna posibilidad de que existieran otras comunicaciones que se hubieran realizado utilizando repetidores que no fueron analizados por la policía, incluidos los ubicados en Francia. «Existe cobertura de operadores franceses en la zona», apunta el informe.

El equipo de investigación del soplo, dirigido por el comisario Carlos G., se centró en investigar 1.932 llamadas salientes que se efectuaron con tarjetas de las compañías españolas Movistar, Vodafone y Amena (actual Orange). De ellas, discriminaron 63 que cumplían las tres características que, a su juicio, tenía que reunir la llamada del chivatazo, a partir del testimonio que los agentes grabaron a su receptor, el dueño del bar Faisán, Joseba Elosua. A partir de éstas identificaron a 48 personas y se quedaron con la llamada que el jefe superior de Policía del País Vasco realizó a un inspector de Vitoria. Ambos se encuentran imputados en la causa junto al ex director general de la Policía, Víctor García Hidalgo.

El informe, que será ratificado por los peritos que lo han elaborado este miércoles, también detalla que Telefónica desconoce «las estaciones base que tenían otros operadores en la zona en mayo de 2006», y señala al juez que para conocerla «es necesario dirigirse a Orange o Vodafone como operadores nacionales». «En cuanto a los franceses se desconoce los operadores concretos que daban servicio», añade.

También detalla que las llamadas que se realizaron por la red de Telefónica desde la ubicación «sólo pudieron iniciarse» desde los tres repetidores en España que analizó el equipo de investigación, si bien añade que «los móviles pudieron desplazarse de esa ubicación y ser servidos por otras células distintas a la que se inició la llamada».

Los expertos también señalan que con la información que se almacenaba en 2006 y que «se puede manejar a posteriori», no se pueden «identificar puntos exactos de ubicación de un móvil». «En los registros sólo se almacena la identidad de la célula por la que se cursan las llamadas, por lo que sólo puede identificarse zonas en las que el móvil se puede encontrar debido a la cobertura que dan esas células concretas», explican.