Barcelona
Mas y Sánchez-Camacho explorarán el jueves los límites del pacto fiscal
BARCELONA- Preguntar por la relación entre CiU y PP es como deshojar una margarita, un día se quieren, otro día no. Aunque ayer, la presidenta del PP catalán, Alicia Sánchez-Camacho, dijera que la relación entre ambos partidos es «buena», «igual que hace dos meses», la enmienda a la totalidad de CiU a los Presupuestos Generales del Estado, elaborados por el Gobierno de Mariano Rajoy, hace pensar lo contrario.
A CiU le irritó que el PP no incluyera los 211 millones de euros de la disposición adicional tercera del Estatut que el Estado debe a Cataluña. Y aunque en el XIII Congreso del PP catalán, Soraya Sáens de Santamaría tratara de rebajar las tensión con los nacionalistas, Sánchez-Camacho cargó contra la deriva independentista de Artur Mas para sacar pecho entre los suyos. Pero del mismo modo que Convergència Democràtica de Catalunya (CDC) enarboló las «estelades» en su congreso y al día siguiente recuperó la «senyera», Sánchez-Camacho cambió el tono para apaciguar en encuentro que tendrá con el president de la Generalitat el jueves.
Después de verse con Oriol Junqueras (ERC) y Pere Navarro (PSC), Mas se reunirá con Sánchez-Camacho para exponerle su propuesta de pacto fiscal e intercambiar opiniones sobre el modelo de financiación.
Hablando se entiende la gente
Aunque Sánchez-Camacho avanzara en el congreso que el PP tiene su propio propuesta de financiación, está predispuesta a escuchar y negociar el pacto fiscal de Mas. El PP defiende una fiscalidad «singular» para Cataluña, con una solidaridad limitada y finalista con el resto de Comunidades Autónomas, pero sin salir del régimen común, algo en lo que choca con CiU, pues los nacionalistas quieren la llave de la caja, esto es recaudar y gestionar todos los impuestos que se recaudan en territorio catalán.
Sánchez-Camacho es de la opinión de que por hablar que no quede. Este mismo consejo ha trasladado a Mariano Rajoy que, finalmente, antes de acabar este mes se reunirá con el president de la Generalitat. Los preparativos de este encuentro se llevan con total discreción. Si bien ha trascendido que Mas y Rajoy aprovecharon que el presidente del Gobierno viajó a Barcelona para participar en una cena organizada por el Banco Central Europeo (BCE), para verse. En ese breve encuentro, Mas le trasladó que los catalanes sufren un «agravio» en el tema de la financiación y que Cataluña está condenada a la «miseria» si no hay pacto fiscal, según explicó ayer Oriol Pujol.
Pero como viene diciendo el PP desde la campaña electoral, «hablar de pacto fiscal ahora es hablar de repartir miseria». Rajoy, en Madrid, y Sánchez-Camacho, en Barcelona, avisaron a los nacionalistas de que «para repartir dinero, primero hay que tener dinero».
Una vez más, la presidenta del PP catalán invitó a Mas a sumar fuerzas para salir de la crisis. Le reclamó un pacto político entre todas las fuerzas del Parlament para salir de la crisis y el plan de ajuste para reducir el déficit en 1.500 millones de euros. Sánchez-Camacho saco las uñas para retraer al Govern que hoy presente una batería de medidas contra la «recentralización», que según CiU, planea Rajoy, en vez del plan de ajuste para cumplir con el objetivo de déficit del 1,5 por ciento que reclama la Unión Europea.
Autogobierno blindado
En contra de lo que CiU predica, la presidenta del PP catalán aseguró que el autogobierno está blindado por la Constitución y que «Rajoy lo único que defiende es un acuerdo nacional para evitar duplicidades». «Una competencia, una administración», subrayó, tras instar al gobierno catalán a «no buscar fantasmas y enemigos para tapar su incompetencia a la hora de reducir el déficit».
Pasado mañana, aún no se sabe si en el Palau de la Generalitat o en el Parlament, Sánchez-Camacho tendrá ocasión de trasladar estas quejas y más al president.
«Maitines» catalanes
Alicia Sánchez-Camacho presidió ayer por la mañana, contenta y satisfecha, la nueva ejecutiva del PP catalán salida del XIII Congreso, en la que no faltaron planes y propuestas. Como por ejemplo, trasladar a Cataluña los «maitines» de Mariano Rajoy, una reunión semanal de los pesos pesados del partido, donde se forja la estrategia territorial. A los «maitines» catalanes irán los cuatro vicesecretarios –Manuel Reyes, Andrea Levy, Enric Millo y Dolors Montserrat– y los presidentes de comité con rango de secretario, además de Jorge Fernández y Jorge Moragas, cuando puedan. La presidenta del PP catalán ha encargado dos planes, uno territorial y otro sectorial.
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